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Una organizadora de Turismoto charla con los miembros del Motoclub Desconcentrados ayer en la Hípica.
Pingüinos, Leyenda y Motauros: el invierno motero ya ha llegado

Pingüinos, Leyenda y Motauros: el invierno motero ya ha llegado

Las carreteras de la provincia se preparan para diez días de motos sin freno

a. g. encinas

Lunes, 9 de enero 2017, 06:12

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Elegir una u otra será, al fin, una cuestión de gustos. De comodidad, de ponerse de acuerdo con los compañeros de motoclub, de comparar ofertas. Pero será, eso es seguro, una conjunción de eventos que convertirá las carreteras de Valladolid en un hervidero de motos durante casi diez días. Que en realidad ya ha comenzado con los de aquí, los de casa, que aprovechan estos días de sol gélido para poner a punto la moto, comprobar si la ropa de invierno entra en su talla después de los excesos navideños y la batería de la montura responde tras un tiempo parada.

El Ayuntamiento de Valladolid acoge hoy la junta de seguridad que determinará cuántos agentes, y de qué modo, vigilarán el tráfico durante los días en que Pingüinos, la marca que ha llenado la provincia de motos durante 34 años, vuelve al primer plano de la actualidad nacional. Solo que esta vez no estará sola. A apenas noventa kilómetros 92,3 de puerta a puerta, para ser exactos se celebrará, en la provincia de Segovia, la segunda edición de La Leyenda Continúa, la primera en la que los exmiembros de Turismoto participan como organizadores de facto.

Cuatro días después de terminadas estas dos macroconcentraciones invernales arrancará Motauros, que en las últimas ediciones ha llevado su capacidad de convocatoria al límite con casi quince mil inscritos que dejan pequeño el complejo de Valdegalindo, en Tordesillas.

Más allá de las disputas entre clubes, o entre miembros de lo que era el club organizador de Pingüinos, Turismoto, es evidente que todas ellas funcionarán como dinamizadoras económicas. En la zona de Cantalejo solo queda el resquicio de alguna anulación para hacerse con un alojamiento en algunos de los muchos establecimientos de turismo rural que se congregan en 30 kilómetros a la redonda. En Valladolid aún quedan habitaciones libres, según los buscadores online, pero los precios para tres noches empiezan a subir conforme crece la demanda, que a juzgar por los mensajes de «¡últimas habitaciones disponibles!» lo hace a buen ritmo.

Mientras tanto, los organizadores de los tres eventos aprovechaban la mañana de ayer para empezar a rematar detalles importantes.

En la Hípica, donde se desarrollará Pingüinos, comenzaban a aparecer las cintas que delimitan las parcelas para los motoclubes más madrugadores.Uno de ellos era el Motoclub Desconcentrados, cuyos integrantes se afanaban para coger una buena plaza entre los pinos. También se ponía a punto el reloj que dará las campanadas en la Nochevieja Pingüinera y ya se asientan las carpas de tiendas y restauración.

En Cantalejo, mientras tanto, se colocó el cartel del kilómetro cero que indica a qué distancia están las concentraciones con las que sus integrantes están hermanados después de pasarse todo el año de evento en evento. Aunque aquí las inscripciones se abrirán el viernes, algunos grupos de moteros franceses ya han solicitado permiso para desembarcar un día antes.

Y en Motauros, donde aún queda mucho margen para poder colocar cada cosa en su sitio en una sede más que ensayada, ya cuentan con el adelantado de todos los años, el motero solitario, que se ha convertido en algo así como el inaugurador extraoficial de la cita.

Precisamente la gran ventaja de Motauros es esa, su trayectoria consolidada. Porque curiosamente tanto los miembros actuales de Turismoto como los que ahora montan bajo el logo de La Leyenda Continúa, a pesar de sus tres décadas de experiencia como organizadores, prácticamente se estrenan. En Valladolid, porque la Fiesta de la Moto del año pasado fue un ensayo general sin los resultados apetecidos que ahora, con algunas reformas importantes en el recinto, se quiere reorientar hacia el éxito. Y en Cantalejo, porque el año pasado, tras un anuncio de suspensión y un aviso de que se retomaba el asunto, el motoclub no fue el principal promotor del asunto, sino más bien un colaborador necesario.

Unos tienen a su favor la cercanía a la capital más que nuca la disponibilidad de muchos alojamientos de calidad a un paso y la poderosa marca de Pingüinos. Otros cuentan con un entorno natural privilegiado muy cerca de Madrid, lo que puede animar la afluencia de moteros de la comunidad madrileña.

Entre las tres citas, si se cumplen los pronósticos, se sumarían 42.000 inscritos. Una cifra mareante que puede devolver a la provincia de Valladolid (y Segovia) al primer plano motero nacional e internacional.

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