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Rebajar el currículum, ¿devaluarse o adaptarse?
EMPLEO

Rebajar el currículum, ¿devaluarse o adaptarse?

Aunque los expertos lo desaconsejan, hasta un 10% de españoles omiten parte de su formación para lograr un empleo

DAVID VALERA

Martes, 2 de abril 2013, 19:47

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La crisis y el elevado paro unido a la sobrecualificación de los jóvenes españoles forman un cóctel que está provocando un efecto paradójico a la hora de buscar empleo: rebajar el currículum vitae. Licenciados que eliminan sus títulos o másteres. Universitarios que reducen su dominio de varios idiomas, o directamente los suprimen. Experiencias laborales omitidas para optar a determinados trabajos. Para algunos supone una degradación. Para otros una estrategia más a la hora de lograr un empleo. ¿Son currículos devaluados o adaptados a las necesidades?

Según una encuesta realizada por la empresa de trabajo temporal Adecco entre el 5% y el 10% de los candidatos a un empleo omiten información de su currículum para no ser descartados en procesos de selección para puestos de menor cualificación. Esta práctica, aunque todavía minoritaria, empieza a extenderse sobre todo entre los más jóvenes, desesperados por la falta de oportunidades laborales relacionadas con su formación. De hecho, España es el país de la UE con más trabajadores sobrecualificados. Suponen un 31% frente a un 19% de la media comunitaria, según datos de Eurostat. En Alemania y Reino Unido representan un 20% y en Francia, el 19%.

«Ahora interesa tener poca cualificación para pagar acorde con lo que un empresario considera lo justo», asegura María, una joven licenciada en Producción Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas. Reconoce que maneja distintos currículos en función de la oferta de trabajo. «No he tenido que rebajarlo pero sí adaptarlo al trabajo que buscas. No es lo mismo el currículum que presento a una empresa audiovisual que el currículum estándar para un trabajo que no se corresponde con mi formación», reconoce. En el primero, asegura, no incluye los trabajos de verano que sí forman parte del segundo, «donde interesa mostrar tu versatilidad y adaptación».

Y es que la clave está, según los expertos, en adaptar el currículum, no rebajarlo, que tiene efectos perniciosos. «A medio y largo plazo puede provocar que el trabajador se sienta infravalorado, dando lugar a frustración y falta de motivación», explican desde Adecco. Además, tampoco es positivo para la empresa. La sobrecualificación de un trabajador suele ser sinónimo de temporalidad. Es decir, en cuanto el empleado encuentre una oportunidad laboral acorde a su formación, trayectoria profesional y responsabilidades, abandonará la empresa. Los sindicatos también se oponen con rotundidad a esta práctica. Desde CCOO lo califican como «un retroceso en materia laboral» y una «degradación para la persona».

Resultados dudosos

La pregunta es: ¿da resultado rebajarse el currículum? Álvaro es funcionario y explica cómo en la administración hay gente que se ha formado mucho y se queda limitada en sus puestos. «Un amigo omitió que era titulado en Química y que hablaba inglés. No le dio resultado», explica. «Es dramático, una tragedia tener que quitarte formación», añade.

«Ahora piden gente con mucha cualificación en un bar. Quieren personal que tenga experiencia de meses. Y yo no tengo esa experiencia. Tendría que llegar a inventarme el currículum», lamenta Sonia. Es arquitecta en paro y reconoce la dificultad de encontrar un empleo para quienes tienen mayor formación. «Los titulados nos hemos dedicado más a estudiar y no a trabajar temporalmente».

Claro que no todos están dispuestos a eliminar lo que tanto esfuerzo les ha costado. «Antes que rebajar la cualificación preferiría irme fuera», confiesa Inés, licenciada en Publicidad y que, como tantos jóvenes españoles, ha tenido empleos en nada relacionados a su formación, como camarera o azafata. Y es que la emigración vuelve a ser la única salida cada vez para más personas. Así lo hicieron 114.413 españoles durante 2012.

Lejos quedan los tiempos en los que la práctica más generalizada a la hora de buscar un empleo era engordar los currículos. Ahora la desesperación obliga a lo contrario. «Lo vería una opción si no encuentras trabajo de lo tuyo y hay que agarrarse a un clavo ardiente», reconoce Marta, licenciada en Turismo. Aunque el riesgo de este modelo lo explica con resignación María -licenciada en Producción Audiovisual-: «Al final lo que vamos a tener es una España llena de estudiantes treintañeros que su primera oportunidad laboral seria la tendrán con 30 años».

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