«Eso no tendría que estar ahí», gritó Raquel al ver el bolso

Sobre el encuentro del arma, Raquel relató que abrió el coche, dejó su bolso y desde ahí movió el asiento del copiloto. Abrí la puerta de atrás y cogió una garrafa que se cayó y se rompió. En ese momento, su hermana empezó a quitar el agua y fue en ese momento cuando vio el bolso. "Ahí me pongo muy nerviosa porque se lo había prestado a Triana y sabía que no lo había devuelta".

"Ese bolso no tiene que estar ahí", gritó Raquel. Al abrilo vio algo brillante que identifica como un arma. "En ese momento intento explicarle todo lo que ha ocurrido aunque ellas no entendían nada y es cuando empiezo a relacionar que Triana me había metido algo en el coche porque yo no era consciente de que hubiese metido algo".

Tras ello, llamó a su amigo Nacho y decidió no ir a Comisaría "porque en ese momento casi no podía ni respirar". "Yo le pedí que no pusiera la sirena por mi padre que había sufrido una parada cardíaca". Al llegar allí, miró el bolso y vio el arma. Posteriormente, llegó su jefe, Paco, con dos agentes de Burgos.

"Yo les pedí que subieran a mi casa dónde les expliqué todo lo sucedido". Tras ello, bajaron al garaje, los agentes miraron el arma y se fueron a Comisaría. "Nunca llamé a Nacho pensando que Triana y Montserrat me fueran a implicar", ha remarcado Raquel.

Raquel recuerda que fue a Comisaría como testigo "no en calidad de detenida" y allí le dicen que por decisión de la comisaria tenía que pasar a ser imputada.