Raquel Gago: «Desde que Triana dejó el bolso en mi coche no he tenido vida»
La policía es la tercera en comparecer, la segunda de la jornada tras Triana Martínez
EL NORTE
Miércoles, 20 de enero 2016, 13:28
La agente de la Policía Local, Raquel Gago, ha sido la segunda en prestar declaración en la segunda sesión de la vista oral de este miércoles relatado que desde el año 1997 trabaja en la Unidad de Barrio de la Policía Local. Como agente asegura que está familiarizada «no en profundidad» en el uso de armas.
Gago asegura que no puede definir como una amistad íntima la de Triana «porque muchas cosas no hemos compartido. Quizá las dos teníamos un tiempo libre que coincidía en el que podíamos tomar un café. Llamándonos casi todos los días, incluso dos veces al día». Pero remarca que era una simple relación de amistad porque ella tiene pareja, Fernando Muñíz-Sánchez, desde hace 16 años.
Muy segura y aparentemente tranquila, Raquel decidió apoyarse de unas notas para precisar las llamadas que se realizó con Triana el día del crimen. No tenían un motivo concreto las llamadas. «Sé que me invita a comer y yo declino la invitación porque tengo comida en casa y me vuelve a llamar para ir a tomar un café».
Raquel recuerda que estuvo «15 ó 20 minutos» tomando un café en su casa, hablando principalmente de un problema que tenía su padre. En ese momento, le comentó que iba a quedar luego con una amiga y la invitó a juntarse para tomar algo sobre las ocho de la tarde. «Pero todo era sobre la marcha».
Tras salir de su casa, aparcó en Lucas de Tuy «para ir a la tienda para comprar una pintura para restaurar una mesa» porque recuerda que no había horarios en las clases de restauración. «Habitualmente iba a esa tienda y sabía que los horarios eran variables porque la madre de las propietarias tenían cáncer». Gago asegura que la profesora, que negó que necesitará cualquier producto para continuar su trabajo, no conoce en lo que están trabajando todos los alumnos.
Raquel dijo que ante de las 4:37 había llegado a la zona de Gran Vía de San Marcos. Y decidió esperar un poco y por eso hace una llamada a un taller para preguntar por el asunto de un vehículo, hace una llamada a un herbolario y a una amiga de Madrid que no le contesta. Posteriormente, decidió recoger unos papeles de la ORA que tenía en el coche para tirarlos, perdiéndose dos horas de clases «aunque muchas veces voy fuera de horario».
«No estaba esperando a Triana»
En ese momento, recuerda que apareció un controlador de la ORA que quiere hablar con ella. Pero «yo no estaba esperando a que llegará Triana. Además el que me dice que espere un momento es él por un incidente que había tenido con dos de sus compañeros».
En ese punto recibió una llamada, al contestar no escuchó nada y «cómo estaba hablando con Julio decidí colgar. No sabía cuánto duró la llamada. Si hubiera estado hablando 17 segundos porque puede decirle un Padre Nuestro y el controlador de la ORA se hubiera dado cuenta». Asegura que el número no lo conocía pero que siempre responde a todas las llamadas a pesar de que, según los registros, ya había recibido más llamadas desde este teléfono.