España refuerza su estrategia en Europa en defensa de los ganaderos de leche

Sin duda, este está siendo el verano más blanco que se recuerda, pero de una manera especial ese tinte se acentúa en la recta final de esta época estival. De un lado, la marcha de los ganaderos que arrancó en León el pasado lunes (dos días antes, otros profesionales protestaron con la quema de productos franceses en Valladolid); de otro, las negociaciones en los despachos, y sobre el terreno, las ganaderas y los ganaderos levantándose cada mañana con la misma angustia de no ver cerca una solución real a su problema: los precios que perciben no cubren los costes que generan. Así de simple. La situación no es difícil, «es imposible», vienen explicando mientras queman zapatilla en las carreteras de Castilla y León, algunos tras haber dejado arreglado al ganado, y otros, representando a quienes se han tenido que quedar en la explotación. Es su día a día, salpicado ahora, durante una docena de mañanas, por un paseo que no llega a veinte kilómetros, con los que simbolizar su hartazgo y su necesidad de pasar página y recuperar su normalidad.

Mientras, en los despachos, la actividad también se ha reactivado. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, recibirá mañana a sus homólogos de Francia, Italia y Portugal en su despacho de Madrid, para preparar la cumbre de Agricultura que se celebrará el próximo 7 de septiembre. La cita es más que importante porque España necesita una posición fuerte para negociar, entre otras cosas, la retirada de algunos productos lácteos del mercado con la que minimizar los efectos del desequilibrio en la cadena de valor (si no se logra, Tejerina está dispuesta a estudiar la posibilidad de llevar esta medida en España). La coyuntura actual es «muy desfavorable», reconocen desde el Ministerio, y esta situación se agrava con el cierre del mercado ruso (muchos países europeos vendían sus productos en ese país y ahora, está llegando a otros, entre ellos España, a precios más bajos) y el descenso de las importaciones por parte de terceros países. El cóctel molotov se completa, por un lado, con niveles superiores de producción a los anteriores (consecuencia de la desaparición de las cuotas lácteas, el 1 de abril) y, por otro, con la reducción del consumo en el mercado interno. Todo junto, removido, garantiza la explosión que es lo que ha llevado a los ganaderos a la calle.

Mantener la intervención

En el encuentro de mañana, García Tejería buscará esa necesaria complicidad con los países vecinos que también están padeciendo esos mismos efectos con la diferencia, explican los ganaderos, de que, por ejemplo, en Francia, se han cerrado unos mínimos que garantizan la estabilidad del sector. La explicación de los detalles ya es otra cosa porque, mientras los profesionales aseguran que en Francia se ha llegado a un acuerdo para fijar un precio mínimo para el litro de leche, desde las Administraciones se descarta esta posibilidad ya que se trataría de una irregularidad.

De la forma que sea, la idea es presentarse en la cumbre del 7 de septiembre con una serie de propuestas comunes que defender ante el resto de socios de la Unión Europea (España propondrá el incremento temporal del precio de intervención de la leche desnatada en polvo y de la mantequilla con el objetivo de mantener los precios a nivel comunitario) y ante el propio comisario de Agricultura, el irlandés Phil Hogan. Con este último se sentará la ministra de Agricultura el próximo lunes en Bruselas para analizar la situación del sector lácteo. Se trata de una cumbre bilateral que servirá, igualmente, para preparar el encuentro previsto para una semana más tarde.

Será después de que la ministra de Agricultura reciba en Salamanca, el 4 de septiembre, las firmas recogidas por La Alianza de UPA y COAG con la demanda de soluciones al sector y mientras los ganaderos de la Marcha Blanca, convocada por Asaja y UCCL, además de las cooperativas lácteas y Urcacyl (que apoya las dos iniciativas), se postren ese mismo día, en la puerta del Ministerio clausurando así su andadura de doce etapas iniciadas dos semanas antes en León.

La ministra insistirá, en ambos casos, en la difusión de las siete medidas en las que vienen trabajando desde el mes de julio.