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Pilar Jurado. / R. OTAZO
Pilar Jurado: «Cogeré la batuta cuando no pueda cantar»
MÚSICA

Pilar Jurado: «Cogeré la batuta cuando no pueda cantar»

La soprano graba con la OSCyL un disco de arias de cine, que será presentado en concierto en el Festival de Segovia el día 25

VICTORIA M. NIÑO

Sábado, 20 de julio 2013, 19:30

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Ensaya frente a la orquesta, de espaldas al patio de butacas, a la izquierda del director, el prometedor Sergio Alapont. Vista desde atrás es una mujer menuda, enfundada en un minivestido negro, con una melena castaña ondulada, única concesión libertaria en la disciplinada entrega a la música de Pilar Jurado. Pero lo que más llama la atención es escucharla trabajar y reír, en medio del grueso informal de los músicos, subida en unos tacones de 12 centímetros, en el mismo escenario donde Sol Gabetta tocó el concierto de Elgar en bailarinas hace dos meses. Jurado está tan acostumbrada a caminar un peldaño por encima del suelo que no desciende ni en los ensayos. Quizás ayude la altura en los agudos.

Pilar Jurado (Madrid, 1968) graba estos días en el Auditorio Miguel Delibes una selección de arias incluidas en bandas sonoras de clásicos del cine con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. La soprano y la orquesta han trabajado en programas infantiles, haciendo música contemporánea en el Fácyl y en la catedral. «Soy una privilegiada por poder trabajar con tanta gente buena y con esta Orquesta, una de las mejores de España». De los ensayos a la grabación y al concierto en el Festival de Segovia, el día 25. El disco verá la luz en noviembre, en su sello, Trans Opera Digital.

Hace tiempo la polifacética artista decidió tener su propia compañía, «porque te da libertad y capacidad de movimiento. Suelo tener las cosas claras y prefiero que el proyecto entero dependa de mí. Así se puede crear, hacer cosas distintas».

La antítesis de la Castafiore

Jurado cantará arias de Händel, Puccini, Bellini, Verdi, Rossini, Gounod, Catalani, Giordani y Dvorak elegidas en su momento por Welles ('Ciudadano Kane'), Cobriau ('Farilleni'), Ivory ('Una habitación con vistas'), Beresford ('Paseando a Miss Daisy'), Demme ('Philadelphia'), Eastwood ('Los puentes de Madison'), Scott ('Marea roja'), Ford ('Un hombre soltero') y Spielberg ('Las aventuras de Tintín'). A diferencia de la Castafiore, Pilar Jurado mira la música desde muchos ángulos y ofrece el goce universal de la misma, sin prejuicios elitistas. «La unión de los mundos de la ópera y el cine me parece perfecta, ambas artes cuentan una historia que se sostiene en la música. Lo bueno de unirlas es que mucha gente que nunca ha estado en un coliseo viendo una ópera conoce sus arias gracias a las películas. Y también recorre el camino inverso». El próximo disco lo define como «un trabajo clásico que espera tocar al gran público, hacer algo por la sociedad civil, hacerles ver que la música forma parte de su vida. Si conectas con las emociones de la gente es cuando aman lo que les ofreces y desde el amor, se pueden mover montañas. En un momento en el que la cultura atraviesa por momentos tan duros, esto es una llamada de atención, de decir, 'miren lo que tienen, una orquesta estupenda, unos músicos excelentes'.

Las orquestas son importantes aglutinantes sociales, allí donde hay una crece un tejido de escuelas de música, espectáculos para niños, aficiones que crecen».

Jurado, que acaba de estrenar el el Teatro de la Zarzuela su segunda ópera 'Mi diva sin mí', con libreto de Eloy Arenas, en la que se pasa hora y media cantando y en constante conversación a través de un móvil, es una gran defensora de las nuevas tecnologías. «Haremos un disco sí, pero también tendrá distintas formas para soportes digitales. Vivimos en el siglo XXI y todo es una evolución. La tecnología es una herramienta maravillosa que nos permite conectar nuestro trabajo con los demás. Al principio era escéptica con las redes sociales por lo de perder aún más intimidad, pero ahora me doy cuenta de que el público agradece ver el proceso de tu trabajo, no solo el resultado».

Con más de noventa obras estrenadas, entre ensayo y vuelo, compone sin parar. Ahora está con un concierto de violín para la ONE. En septiembre graba con la de RTVE, y luego se va a Nueva York. Tras varios compromisos para su ópera en 2014 fuera, empieza a hacerse un hueco en los escenarios nacional. «Es una obra que ha nacido con estrella». No se queda con ninguno de los verbos que más conjuga: cantar, tocar, componer, dirigir. «Cogeré la batuta cuando no pueda cantar. Mi voz vive ahora un momento excelente».

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