La fiesta del pan y el quesillo refuerza su tradición con una exitosa pedrea infantil
El balcón de la ermita del Otero congrega a cientos de niños y mayores en una actividad novedosa este año
RICARDO S. RICO
Miércoles, 17 de abril 2013, 10:33
«Esto es una locura, no pensaba que iba a haber tanta gente», comentaba la presidenta de la asociación de vecinos del barrio del Cristo, María Teresa Meléndez, viendo ayer el notable número de palentinos reunidos a los pies del Cristo para participar en la ofrenda floral a Santo Toribio en la capilla junto al Museo de Victorio Macho. Y eso que todavía no había visto el gentío concentrado unos metros más abajo en la ermita donde cada año se celebra la tradicional fiesta del pan y el quesillo, que este año ha reforzado su tradición con una novedosa pedrea infantil que fue un éxito de público y fue el primero de los platos fuertes de las fiestas de Santo Toribio del barrio del Cristo, que comenzaron el pasado sábado y que se extenderán hasta el cierre el domingo.
Aunque el año pasado se hizo una prueba, ha sido este año cuando se ha estrenado la versión infantil de la pedrea, antesala de la tradicional este domingo, una celebración de Interés Turístico Regional. Y, con el buen tiempo como aliado, la pedrea infantil estuvo más que concurrida. Su propósito, según hizo hincapié el pasado lunes la edil de Cultura, Carmen Fernández Caballero, era que los más pequeños «se empapen de las tradiciones». «Y que la pedrea de Santo Toribio tenga continuidad a través de los niños», añadía ayer María Teresa Meléndez. Con todos los que allí había concentrados, el objetivo se cumplió por completo.
Se habían remitido cartas a los colegios invitándoles a participar y fomentar la actividad, y también se hizo extensiva la invitación al obispillo, Alejandro Muñoz, que acudió al acto junto a los Niños de Coro de la catedral, que se encargaron de lanzar las bolsas de pan y quesillo junto al alcalde y los concejales.
Se lanzaron alrededor de medio millar de bolsas desde la ermita del cerro del Otero y los pequeños que acudieron accedieron a la zona de debajo de la terraza en grupos de veinte, según las edades, con el fin de garantizar la seguridad, que no el que todos cogieran pan y quesillo. Porque hubo lloros de los pequeños, algún que otro avispado que se llenó la camiseta de bolsas y gritos de los organizadores para que el pan y el quesillo no se tiraran más allá de la zona de debajo del balcón, que las manos de algún que otro mayor eran muy largas. La coordinación se hacía difícil, la verdad.
Así, entre la algarabía del numeroso público que se dio cita en la ladera del cerro del Otero y las sonrisas y lágrimas en función de las capturas de bolsas transcurrió la pedrea infantil, que precede a la tradicional de este domingo a las 13:00 horas, en la que se lanzarán 4.000 bolsas elaboradas por Aspanis (se pondrán a la venta otras 2.500 al precio de un euro).
Otra de las novedades este año es la edición de una baraja de cartas, a la venta por 4,5 euros y de la que ya se han vendido cien unidades, ilustradas con motivos del Cristo, Victorio Macho y Santo Toribio.
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