La Asociación para un Trato Ético de los Animales denuncia la suelta de conejos en una protesta de Asaja

La Asociación para un Trato Etico con los Animales (Atea) ha interpuesto una denuncia contra el sindicato Asaja que, la semana pasada, soltó varios conejos en una céntrica calle de Valladolid durante la celebración de un acto reivindicativo. Según informaron a Europa Press fuentes de la Asociación, la denuncia se remitió este martes al Ayuntamiento de Valladolid y en ella se da cuenta del incumplimiento de varias normativas de protección animal por parte de Asaja, que el pasado 28 de febrero organizó un acto de protesta ante la Delegación Territorial de la Junta en el que soltó «al menos» media docena de conejos.

La asociación considera que los animales, «que huyeron despavoridos debido a su estado de estrés, agudizado por el lanzamiento de potente material pirotécnico por parte de los responsables de la concentración», fueron sometidos «a una obvia situación de angustia y estrés injustificado» y que, además, los convocantes «generaron un escenario de objetivo peligro vial».

A su juicio, ha existido «egoísmo» tanto por parte de la organización agraria como de los propios participantes, «que asumieron el acto desde la defensa de sus intereses mientras afectaban ellos mismos a los intereses más elementales de otros, lo que sin duda hace que su autoridad moral para según qué reivindicaciones se vea cuando menos seriamente atenuada».

En el texto de la denuncia se recuerda al alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, la existencia de diversas normativas proteccionistas y no sólo de rango autonómico, sino propiamente municipal, que en su articulado prohíbe el uso de animales en «actividades de propaganda o exhibiciones en la vía pública».

La organización ha recordado, en último término, que los animales «no son cosas u objetos al servicio de la comunidad humana» y que están por el contrario «condicionados por intereses tan razonables como no experimentar sufrimiento ni psíquico ni físico, así como su contrario, es decir, razonables grados de bienestar».