Los lobos mataron 276 animales en Ávila durante 2011, según datos de UPA y COAG

La Alianza por la Unidad del Campo de UPA y COAG en Ávila denunció hoy que los ganaderos de la provincia sufrieron durante el pasado año 138 ataques de lobo, con el resultado de 276 cabezas de ganado muertas y unas pérdidas que cifran en 165.600 euros. En Castilla y León contabilizaron 2.140 ataques, 5.768 los animales muertos y unas pérdidas en dos millones de euros. Por este motivo, las organizaciones agrarias hacen un llamamiento a los ganaderos y agricultores abulenses para que sumen a la manifestación del próximo 8 de febrero en Valladolid.

Los ganaderos estiman que han respetado un tiempo prudencial desde que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, prometiera en Ávila durante la campaña electoral pagos directos para hacer frente a los daños de los ataques y tildan de tomadura de pelo la opción del seguro que ha sido la única puesta en marcha.

El secretario general de UPA- Ávila, Juan Ignacio Antonio Senovilla, confía en que a la protesta acudan desde la provincia unas 500 personas para las que fletarán autobuses. Las reivindicaciones son ya conocidas: el establecimiento de una partida presupuestaria destinada a pagos directos para subsanar los daños de los ataques y el control de la fauna salvaje (jabalíes, corzos o cabras montesas) que al no vacunarse infectan a la ganadería de brucelosis e implica el sacrificio de multitud de cabezas de ganado.

Por su parte, el coordinador general de COAG- Ávila, Ángel Rodríguez, insistió en que la presión del medio ambiente sobre los profesionales del campo es insostenible y la responsable de que no haya nuevas incorporaciones a la actividad ganadera. Para la alianza la presencia de los lobos es incompatible con la ganadería extensiva y exigen a la Junta un Plan de gestión del lobo realista. Es vergonzoso que en pleno siglo XXI un ganadero tenga que recurrir a prender hogueras o poner música para ahuyentar al lobo, detalló Senovilla.

Pedro San Segundo, ganadero de Navalacruz, es uno de los afectados por los ataques del lobo y la brucelosis. Los cánidos mataron a cinco de sus animales, a los que hay que sumar los once que fueron mordidos y las pérdidas derivadas, no sólo de las muertes sino también los abortos y los trastornos en el celo que sufren los animales después de un episodio así. San Segundo añade los daños morales porque cada uno quiere a sus animales, dado que vivimos de ellos, expresó.

El ganadero se pregunta cuál es el animal que no tiene que morir, el lobo o el animal doméstico en respuesta a la defensa que hacen del lobo los colectivos ecologistas y a los que invita a imaginar el sufrimiento de una vaca que muere víctima de un ataque de lobos. San Segundo dice no entender por qué si ya tiene contratado un seguro por los daños que pudiera ocasionar su ganadería, tiene que suscribir otro por el perjuicio que le pueda causar un ataque.