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Vecinos evacuados de Molezuelas. Alberto Mingueza

Zamora

Incertidumbre entre los evacuados por el incendio de Molezuelas: «A lo mejor tenemos que pasar aquí otra noche»

La extensión del incendio originado el domingo en Zamora ha congregado por segunda día consecutivo a más de un centenar de personas en las instalaciones municipales de Camarzana

Jenifer Santarén

Valladolid

Martes, 12 de agosto 2025, 14:09

Segunda noche de realojos en las instalaciones municipales de Camarzana, donde se ha habilitado un pabellón y un polideportivo para acoger a los vecinos de ... las localidades afectadas por el fuego originado en la tarde del domingo en Uña de Quintana y Molezuelas de Carballeda. Hasta seis municipios de las comarcas de Benavente, Carballeda, Vidriales y Nogales fueron desalojados a última hora de la tarde del lunes, tras reavivarse un incendio que por la mañana se mantenía controlado.

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El cambio en la dirección del viento extendió las llamas hasta los municipios de Congosta, Ayoó, Carracedo, San Pedro de la Viña, Villageriz y Alcubillas de Nogales, que durante la primera jornada del fuego no se vieron afectados por las llamas. La situación ha obligado a más de un centenar de personas a buscar refugio en la vecina Camarzana en las instalaciones habilitadas por Cruz Roja y Protección Civil, que se han dotado de camillas, mantas, víveres y hasta juguetes. El trato es «inmejorable», agradecen los afectados, pero la incertidumbre los mantiene en vilo, sin noticias de cuándo podrán volver a sus localidades, sobre las que aún planea un humo blanco, perfectamente perceptible desde el pabellón en el que desayunan mientras están pendientes del móvil.

«No sabemos cuándo podemos volver, nos han dicho que a lo mejor tenemos que pasar aquí la noche», explica Benita Riesco, de 77 años, que abandonó San Pedro de la Viña junto a otra decena de vecinos, en un autobús fletado pasadas las nueve de la noche. «Llamamos a la Guardia Civil porque estaba el fuego muy cerca y nos dijeron que tuviéramos una bolsa preparada con lo más necesario. Después nos dijeron que nos teníamos que ir», detalla Benito, que apunta a que también hubo que no se quiso ir, ante la necesidad de defender los negocios por la cercanía de las llamas. «El fuego llegaba muy cerca de una charcutería y se quedaron». Alrededor, explica, había fincas que no se habían cosechado, por lo que fue necesario salir con tractores para que echaran abajo la maleza.

Entre el grupo de personas que han pasado la noche en Camarzana abundan ancianos y familias con niños, ya que el desalojo de estas localidades, a diferencia del día anterior, ha sido voluntario, según ha especificado la Guardia Civil. David Moya, de 45 años, que pudo salir de Ayoó de Vidriales junto a tres adultos y cuatro menores de entre 13 y tres años, hacia las 20.30 horas de la tarde. En un primer momento el humo y las llamas próximas a las carreteras de salida del municipio obligaron a su confinamiento.

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«Intentamos irnos a eso de las 17.30 horas pero el fuego se estaba adentrando en el pueblo nos mandaron volver. Esperamos y colaboramos en lo que pudimos. Luego ya un bombero nos dijo que había una vía de escape y nos fuimos porque las niñas estaban ya muy nerviosas», relata. Al igual que otros muchos afectados, permanece a la espera de noticias de la localidad, aunque las primeras informaciones apuntan a que aún hay «mucho humo» que hace desaconsejable la vuelta a las casas. Allí ardieron ayer al menos dos naves, un coche y casas abandonadas, llegando el fuego a adentrarse en algunas habitadas, al igual que en Congosta, donde se han calcinado varias huertas.

La zona recreativa, junto al río, se ha convertido también en punto de refugio, con varios coches estacionados. «Veníamos con un bebé de tres meses y había mucho ruido en el pabellón. Los alojamientos estaban llenos, así que nos fuimos allí», explica Antonio Menéndez, de 72 años, que reside junto a su familia en Bilbao, pero que llegó a Ayoó de Vidriales el sábado para pasar unos días que se han tornado en complicados: «Lo de ayer fue rapidísimo, llegamos de la Bañeza de comprar unas cosas y no se veía ya nada». Tuvieron suerte y pudieron abandonar el pueblo a mediodía, antes de que se ordenara el cierre de las carreteras. «Nosotros vivimos a la entrada y pudimos salir, estaba sujetando el fuego un parque y a toda prisa nos dijeron que nos fuéramos», rememora.

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Se desconoce cuántas personas han pasado la noche fuera de sus casas, ya que muchos vecinos no han querido marcharse de los pueblos, explica Diego Junquera, jefe del dispositivo de Guardia Civil desplazado en el Puesto de Mando Avanzado dispuesto en Molezuelas. Junquera explica que ahora mismo la situación es de «calma», aunque se está reforzando la presencia de patrullas en las localidades hacia el este por la ZA-110, ante la previsión de que por la tarde, con el cambio de las condiciones climatológicas - se esperan tormentas secas y fuertes vientos- puedan surgir nuevos focos en esa dirección.

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