Las carreteras de Zamora se tiñen de luto: ¿por qué mueren tantas personas en accidentes de tráfico?
La provincia, con veinte fallecidos en 2024 y seis en 2025, suma más víctimas que otras con la misma población de Castilla y León y del resto de España
Óscar F. Civieta
Zamora
Jueves, 3 de julio 2025, 20:33
En Zamora vive el 6,9% de la población de Castilla y León y su superficie ocupa el 11,2% de la comunidad. Y allí, ... en cuanto a accidentes de tráfico, veinte personas perdieron la vida en las carreteras de la provincia en 2024, un 15,9% de las 126 fallecidas en el conjunto de la región.
Este año, con la muerte en accidente del futbolista portugués Diogo Jota y su hermano André Felipe, de 28 y 26 años, registrada en la madrugada de este jueves en la autovía A-52, a la altura de Cernadilla, son ya seis los fallecidos en las carreteras zamoranas, cuatro menos, eso sí, que en el mismo periodo del año pasado. En el conjunto de Castilla y León han perdido la vida sobre el asfalto 51 personas en 2025 (11 menos que en 2024).
Los porcentajes denotan que la cifra de fallecidos es especialmente alta en comparación con lo que representa Zamora (tanto poblacional como superficialmente) en la autonomía. Algo que también se revela en la comparación con otras provincias de similar población de la región: 15 muertos en Ávila, 10 en Palencia o 5 en Segovia. Y fuera de la comunidad, también se evidencia la distorsión: 14 en Cuenca o 6 en Teruel el año pasado.
Si se echa la vista atrás, hay que irse hasta 2017 para ver una cifra superior de fallecidos: 22. En 2023 fueron 12 y en 2022, 17. En 2020 y 2021 (los años de la pandemia), la cantidad fue lógicamente mucho más baja: 6 y 7, respectivamente. ¿Por qué mueren tantas personas en las carreteras de Zamora? Aunque lo enmarca en un fenómeno general que afecta a toda España, Aquilino García, delegado de Stop Accidentes en Castilla y León, destaca como una de las causas el estado de las carreteras: «En Castilla y León estamos un poco olvidados, no se invierte todo lo que deberían».
«Cuando una carretera está muy dañada no la reparan correctamente y simplemente ponen un parche»
En una provincia como Zamora, agrega, «algo que condiciona mucho son las carreteras secundarias. Si vas por Valladolid o Burgos, están mejor». García resalta que, «cuando una carretera está muy dañada, no la reparan correctamente. Simplemente ponen un parche que luego, cuando llueve, se hace más grande. Con las condiciones climatológicas que tenemos en esta comunidad, de lluvia, frío y nieve, las carreteras empeoran más».
A este respecto, fuentes de la Diputación de Zamora aseguran que «desde la Institución se está haciendo un gran esfuerzo inversor para mejorar la red viaria, que suma más de 1.600 kilómetros, y mejorar la seguridad de los conductores».
María Paz González, delegada en Castilla y León de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (AESLEME), dedicada a la prevención de lesiones graves por siniestros viales, comparte que «las carreteras no están cómo deben», pero llama la atención sobre un hecho significativo: «Había una carretera en la comunidad que estaba fatal, tenía una recta interminable y pasaban tractores, cosechadoras, etcétera. La arreglaron y subieron los muertos porque se corría más».
«Había una carretera que estaba fatal, la arreglaron y subieron los muertos porque se corría más»
Lo que lleva a otra de las razones, el exceso de velocidad, en este caso sí absolutamente generalizada. «Si una carretera está fatal, busca una vía alternativa, pero, sobre todo, vete más despacio. Si llueve mucho o es una carretera comarcal, que pueden atravesar animales salvajes, no puedes ir rápido», aconseja González.
Hay un problema de educación, sostienen desde Stop Accidentes, «antes se incidía más en las autoescuelas, ahora la gente joven no está tan concienciada».
Distracciones al volante
Más allá de las características excepcionales que pudieran tener las carreteras en Zamora, según el informe Las principales cifras de la siniestralidad vial en España 2023 (última actualización completa), hubo 1.806 fallecidos en siniestros viales (sea cual sea el tipo de vía) en España en 2023 (fueron 1.746 en 2022 y 1.533 en 2021). Del total, 1.288 perecieron en vías interurbanas. En Castilla y León murieron 167 personas, lo que la convierte en la comunidad con el mayor aumento respecto a 2022 (+31).
Los factores más concurrentes (en toda España) fueron las distracciones (37%), el consumo de alcohol (27%) y la velocidad inadecuada (24%).
Para la delegada de AESLEME, las distracciones suponen el motivo más habitual porque son un cajón de sastre en el que entra todo: «Mirar el teléfono, comer, beber, fumar...». Tanto ella, como el representante de Stop Accidentes hacen especial hincapié en el uso del móvil: «Hay muchas personas que mandan wasaps o mensajes mientras conducen, es increíble».
Ante esto, la pregunta habitual es si es necesario endurecer las sanciones: «La del uso del móvil ya ha subido a seis puntos del carnet, antes eran tres. Pero a lo mejor todavía es poco», sostiene González.
Alcohol y drogas
En lo que desde AESLEME no tienen dudas es en que no debería haber ninguna tasa de alcohol permitida. Y hacía eso parece que se está tendiendo, ya que en 2025 bajará a 0,10 miligramos por litro en aire expirado. «Con una caña se va a dar», detalla la delegada.
Porque, a pesar de los anuncios y del endurecimiento de las sanciones, las cifras siguen siendo muy preocupantes. Según el informe de la DGT de 2023, en el caso de las personas fallecidas en vías interurbanas, se les realizó la prueba de alcohol al 79% de los conductores y el 27% dio positivo.
El miembro de Stop Accidentes no lo tiene tan claro. Afirma que, «aunque se pusiera a cero, la gente iba a seguir bebiendo, porque hay un problema de educación». García, además, introduce otra variante, que son las drogas: «La gente imprudente se ha pasado del alcohol a otras sustancias, para las que no hay sistemas de medición». Se refiere a que, con la prueba del alcohol, se sabe la cantidad ingerida, pero con las de drogas no.
Los datos oficiales asustan: de las personas conductoras fallecidas a las que se les realizó la prueba de alcoholemia y de drogas, el 38% dio positivo en ambas. En 2023, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizó 79.537 pruebas de control preventivas en drogas: el 56% resultaron positivas.
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