Vuelve el verano a Valladolid con máximas que alcanzarán los 35 grados
La llegada de un anticiclón la próxima semana dejará temperaturas máximas y mínimas superiores a las habituales en estas fechas
Las fiestas de Valladolid van llegando a su fin y pronto la ciudad volverá a la normalidad con el recuerdo de haber disfrutado de nueve ... días de alegría y fiesta en las calles, donde la estabilidad climatológica y las temperaturas agradables han reinado mañana, tarde y noche.
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Atrás dejamos valores de entre 24 y 27 grados de máxima (como los de esta última jornada) porque lo mejor, o mejor dicho el calor, está por llegar. El verano se resiste a decir adiós y hace acto de presencia pues los termómetros seguirán sumando grados de forma progresiva, como mínimo, hasta la próxima semana en la que se alcanzarán de máximas de 35 grados (será el próximo jueves) a las puertas de una estación de otoño que será recibida en Valladolid con valores que harán que más de uno saque el abanico.
El motivo no es otro que la llegada durante las próximas jornadas de «un anticiclón que se desplaza hacia el este y alcanza la Península haciendo que las máximas por el día sean más elevadas de lo habitual para esta época del año y las mínimas también sean ligeramente superiores», explica el delegado territorial de la Aemet en Castilla y León, Manuel Mora. Y añade además que durante varias jornadas las máximas se mantendrán entre los 33 y los 35 grados con cielos despejados o poco cubiertos en la mayor parte de la jornada.
Sandalias y pantalón corto nos acompañarán durante toda la semana, al menos en las horas centrales del día, porque lejos de valores sofocantes por la noche refresca y, aunque las mínimas van a aumentar de los 11 grados que registramos este viernes a los 13, e incluso los 15 grados previstos para el próximo lunes, será mejor llevar chaqueta. «La amplitud térmica es elevada, las noches son más largas y se pierde más calor», apunta al respecto Mora.
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Tiempo propio de agosto y sin rastro de lluvias, al menos en las próximas semanas, porque este tiempo anticiclónico y estable acompañado por altas presiones que nos regalará más calor del habitual para estas fechas provoca además una ausencia de precipitaciones que solo se esperan en el extremo norte del país. De hecho, y sin contar las cuatro gotas que cayeron el pasado miércoles y que apenas mojaron el suelo, la lluvia lleva dos meses sin hacer acto de presencia en la capital y parece que así será durante varias semanas más.
Este 'subidón' térmico «no es inusual para la época del año en la que estamos y aunque cada año es diferente es común ese veranillo de San Miguel, un periodo seco con cielos pocos nubosos y con temperaturas por encima de lo habitual, a finales del mes aunque en esta ocasión se ha adelantado», matiza Mora. De hecho, el año pasado fue un mes de septiembre «frío» en Valladolid con anomalías negativas entre un grado y grado y medio respecto a la media de otros años, «en la segunda quincena no se superaron los 28 grados de máxima», recuerda el delegado territorial de la Aemet en Castilla y León. Todo indica entonces que la próxima semana tendrá más que ver con las máximas registradas en 2018, cuando varios días de la segunda quincena se registraron temperaturas máximas superiores a 30 grados.
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¿Y para finales de mes? Se espera que no haya demasiada variación y, aunque desde Aemet, hablan de «especial incertidumbre» al tratarse de una predicción «a más de diez días», sí admiten que «lo más probable es que el anticiclón de las Azores se refuerce y se desplace más al norte, ejerciendo una acción de bloqueo para la llegada de borrascas».
Lo que significa que aún hay que esperar para hacer el cambio de armario porque cerraremos septiembre con tiempo estable y con mercurios marcando unas máximas que estarían por encima de lo habitual para esas fechas que, en el caso de Valladolid capital pasarían de los 25 grados para las máximas y se situarían en torno a los 13 grados para las mínimas.
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