Trabajos de ampliación de la residencia Ballesol en la esquina de la avenida de Gijón y la calle Manuel López Antolí. J. Sanz
Urbanismo en Valladolid

La Victoria despide otro vestigio industrial para duplicar la residencia de la avenida de Gijón

Las máquinas derriban los muros de la histórica textil de 1938 y el mural artístico del grupo Boa Mistura que decoraba este picón

J. Sanz

Valladolid

Lunes, 26 de diciembre 2022, 00:13

'La pasión es el lenguaje del alma', rezaba el enorme mural que desde hace siete años, en el marco de una olvidada campaña publicitaria, ... decoraba los restos del muro de la histórica fábrica textil Hemalosa (1938-2001) en el picón de la avenida de Gijón y la calle Manuel López Antolí. Este vestigio industrial, ya sin valor alguno desde la demolición casi completa de la planta en 2001, y artístico acaba de pasar por la piqueta con motivo de las obras de ampliación, ya en marcha, de la residencia de mayores Ballesol, que duplicará literalmente su espacio.

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El barrio de La Victoria dice así adiós a otros vestigio de su pujante pasado industrial en el marco de un proyecto que nació en los albores del siglo XXI, cuando un promotor adquirió los terrenos del edificio principal de la antigua textil (ya sin uso por entonces) con la intención de construir una residencia de mayores y un hotel en los terrenos situados entre la dársena del Canal de Castilla y la calle Manuel López Antolí, con sus fachadas mirando a la avenida de Gijón.

Hemalosa certificó su final en 1980 con el despido de sus 149 trabajadores

El inmueble principal de Hemalosa, que aún lucía por entonces su rótulo en lo alto del bloque de tres alturas, fue demolido en los meses siguientes a la firma del convenio que recalificaba el terreno (para uso dotacional y hostelero). Todo salvo el muro que dibujaba la planta baja de la fachada. Después llegaría a construirse la actual residencia, que gestiona la empresa Ballesol, un moderno edificio de cinco plantas situado al borde del Canal de Castilla. El solar de al lado se mantuvo sin uso, salvo por una utilización temporal como aparcamiento de la escuela Alcazarén, situado a continuación, en la calle Manuel López Antolí.

El mural del grupo Boa Mistura sobre los restos de la fábrica textil Hemalosa, que acaban de ser demolidos. el norte

El hotel proyectado nunca llegaría a ver la luz y el murete de la desaparecida textil se conservaría como mero cierre perimetral del solar situado entre la residencia Ballesol y la escuela Alcazarén. Y allí, en este lienzo en blanco de 56 metros de longitud y más de dos metros de altura, puso la vista Renault en 2015, cuando eligió este espacio para una campaña promocional del Clio. No fue un simple cartel publicitario. Los integrantes del reconocido grupo madrileño Boa Mistura, autor de un sinfín de obras por todo el mundo, fueron los autores del enorme mural inspirado «en la pasión y los sentidos», 'leit motiv' de la campaña de aquel coche, al que, sin embargo, no se mencionaba en hueco alguno del mural.

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De manera que el maltrecho muro de la textil Hemalosa quedó convertido desde aquel mes de septiembre de 2015 en un lienzo decorativo de este picón histórico del barrio de La Victoria, sobre el que antes, incluso, de la fábrica de tejidos se asentaron una función siderúrgica (1842-1900) y, con posterioridad, hasta 1938, distintos talleres también de tejidos o harinas. La obra de Boa Mistura estaba conformada por dos corazones que abrían y cerraban un lienzo, en el que destacaba la frase 'La pasión es el lenguaje del alma', cuyas letras estaban abrazadas por motivos vegetales, estrellas y humo.

Panorámica de la dársena del Canal de Castilla, con el picón que ocupaba la fundición (siglo XIX) y la posterior fábrica textil (1938). Debajo, la fachada de la textil Hemalosa antes de su derribo en 2001. A la derecha, la parte posterior de la residencia Ballesol que mira al canal. Archivo Municipal, A. M. y J. S.

La obra, y el muro que servía como lienzo, pasaron por la piqueta semanas atrás y los operarios trabajan desde entonces en las obras de cimentación del inmueble, que duplicará el espacio de la residencia Ballesol y que unirá sus dependencias con la medianera de la escuela Alcazarén. Tendrá cinco alturas y estará conectado con el centro residencial. El proyecto nació en julio de 2021, cuando la empresa solicitó la demolición de los «restos de edificación industrial» de la antigua textil y la licencia para la ampliación de su residencia.

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El proyecto original coleaba desde 2001 y contemplaba un hotel en los terrenos

El permiso definitivo para las obras, tanto de demolición como de construcción, lo dio la Junta de Gobierno del Ayuntamiento el pasado 21 de septiembre, cuando aprobó las licencias ambiental y de obras para la «ampliación y reforma del centro gerontológico y residencia de la tercera edad del número 28 de la avenida de Gijón, con vuelta a la calle Manuel López Antolí» a la empresa Intercentros Ballesol.

Esquina de la avenida de Gijón y la calle Manuel López Antolí, con el muro derribado. J. Sanz

Los cimientos del futuro centro residencial se asentarán sobre otro retazo del pujante pasado industrial del barrio de La Victoria vinculado a la cercanía de la dársena del Canal de Castilla, que estuvo en uso como embarcadero entre 1836 y 1959. Allí, en la esquina de las actuales avenida de Gijón y calle Manuel López Antolí (esta vía llegó a denominarse de la Fundición), hubo una gran fundición, distintos talleres y, al final, la textil Hemalosa, cuyo primer propietario fue precisamente Manuel López Antolí, quien abrió allí en 1938 una industria de blanqueo y tintes de tejido que languideció en los años ochenta y que llegó a dar de comer durante decenios a «trescientas familias».

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Sus trabajadores, 149 entonces, llegaron a protagonizar un encierro en la parroquia del barrio en 1979 para tratar de impedir el cierre de la empresa. No lo consiguieron. El 23 de febrero de 1980 se ratificó por la Dirección General de Empleo la autorización a Hemalosa para extinguir los contratos de sus 149 empleados. Las naves quedaron abandonadas y fueron poco a poco siendo demolidas para nuevos usos. Sus últimos restos acaban de ser también demolidos para ampliar la residencia de mayores de la avenida de Gijón.

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