Valladolid

Vecinos y hosteleros del centro, molestos por el 'fuera de servicio' de contenedores soterrados

«De un día para otro operarios del Ayuntamiento taparon con bolsas negras los cubos donde tirábamos la basura y desde entonces tenemos que hacer uso de los contenedores normales, algo que aquí en la zona centro genera un problema añadido al encontrarse situados a escasos metros de las terrazas de algunos establecimientos. Nuestro jefe ya mandó en su día varias quejas al Ayuntamiento, pero no obtuvo respuesta y desconocemos el motivo de por qué ya no funciona», dice una de las trabajadoras de la cafetería Santa Gloria, en la Plaza de Poniente.

Las mesas de sus clientes están justo al lado de uno de esos puntos de recogida de residuos que permanece fuera de servicio desde hace meses. «Por las tardes se nota muchísimo el mal olor y eso no es agradable para nadie que quiera sentarse al lado a comer o tomar algo, por no hablar de los fines de semana, cuando no se pueden ni cerrar los contenedores de la cantidad de basura que se acumula en esta zona por los numerosos negocios de hostelería que hay», explican desde el establecimiento.

En total, son cinco las plataformas que no funcionan y todas están en la zona centro, en espacios peatonales o en vías que por su estructura o actividad favorecieron en su momento la colocación de estas estructuras soterradas de residuos. A la plaza de Poniente se le suma Felipe II, San Benito, Francisco Zarandona y Menéndez Pelayo.

A las quejas de alguno de los hosteleros de las citadas calles se le suma la de la Asociación de Industriales Del Mercado Del Val de Valladolid. Allí trataron de anticiparse a lo que está sucediendo. Advertimos en primavera al Ayuntamiento de que el calor iba a influir en el olor en una zona como esta. Nosotros tenemos un sistema de recogida de residuos propio que funciona de forma muy eficiente, no echamos la basura ahí, pero la presencia de tantos contenedores a las puertas del mercado y en un lateral que da justo al lado de la terrazas... no se le ocurre a nadie, es mejor que los hubieran suprimido hasta encontrar una solución«, dice una de dependientas de uno de los puestos del mercado.

Temen que con las vacaciones de agosto y la proximidad de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo, la zona de San Benito y de Francisco Aranzona se convierta en un punto donde se multiplique la acumulación de basura. «Además que por estética en un punto turístico como este la imagen que se da es fatal», apunta.

En la calle Zarandona, en uno de los laterales del Mercado del Val donde hay más de nueve establecimientos hosteleros la presencia de contenedores ordinarios plantea el problema del tipo de residuo que se genera en esa calle. «Aquí fundamentalmente se generan desperdicios orgánicos, lo que genera olores mucho más rápido que otro tipo de basuras», señala Miguel Álvarez, propietario del negocio Matamales.

En 2006 comenzó la instalación de las unidades soterradas que alojan los contenedores de residuos y son en la actualidad 151 las que están repartidas por distintas zonas de Valladolid. «Como se fueron implantando en distintas etapas y con materiales de diferente calidad algunas están al final de su vida útil y se han detectado deficiencias estructurales en cinco de ellas, sobre todo en lo relativo a los sistemas de apertura y cierre por lo que se recomendó la clausura para garantizar la seguridad de los trabajadores que es lo primordial». señala el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado.

Por este motivo, desde el Consistorio tienen previsto sustituir por completo las cinco plataformas por unas nuevas y realizar mejoras en otras dos que presentan deficiencias, aunque los plazos para que eso suceda no son inmediatos, «ya que la previsión es que en los próximos quince días, aproximadamente, se licite el contrato que cuenta con un presupuesto aproximado de 118.000 euros y que se espera se ejecute en dos meses desde la adjudicación», añade Cuadrado, quien apunta además a la falta de empleados de limpieza viaria en Valladolid, «un tema que se ha dejado durante años al no contratar más personal para lograr un repunte en la limpieza de la ciudad».