Los vecinos de la calle Sol, en plena faena el pasado sábado. En el círculo, un cubo lleno de la grava recogida. El Norte

Valladolid

Vecinos de La Farola barren la grava de una calle tras las quejas al Ayuntamiento

Los residentes reclaman el asfaltado definitivo de la vía para que no se produzcan más desprendimientos

J. Asua

Valladolid

Martes, 16 de septiembre 2025, 06:40

Aseguran que llevan dos años enviando quejas al Ayuntamiento para que tome cartas en el asunto sin recibir una respuesta efectiva. La última contestación que ... el Consistorio les dio data del pasado 3 de agosto, pero en ella tampoco se anunciaba una solución inmediata. Finalmente, han cogido los trastos -escobas, cepillos y recogedores- y se han puesto a la faena. Más de una veintena de vecinos de la calle Sol, en el barrio de La Farola, con la colaboración de otros residentes del entorno, despejaron de grava la calzada y las aceras de esta vía este pasado sábado.

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«Estaba llena de piedrecillas, son peligrosas para la circulación con las bicis y las motos, pero también incómodas para los peatones, se metían en las casas y en los zapatos», explican los participantes. Tras la batida, llenaron dos cubetas de plástico en un trabajo que les llevó a recorrer palmo a palmo todo el trazado de esta perpendicular al Camino de la Esperanza y a pasar con intensidad el escobón para poder retirar todo el material desprendido.

Un día después del pleno municipal en el que la falta de limpieza de la ciudad fue protagonista y a iniciativa de varios afectados se convocó esta particular quedada. Desde las once de la mañana, los participantes se afanaron en retirar esas incómodas chinas que poblaban una vía en fondo de saco. Lo hicieron en un ambiente de solidaridad, que culminó con la degustación de una paella para celebrar esta iniciativa ciudadana que les permite circular por la calle con más garantías siempre que no continúen los desprendimientos.

Lo habían comunicado al servicio de quejas municipal de nuevo este verano. En la respuesta, se señalaba que aún no se había acometido la renovación de la capa asfáltica, sino que se había llevado a cabo «un tratamiento superficial de la calzada, con sellado de juntas y extendido de lechada bituminosa para retrasar su deterioro y degradación». En ese escrito, se anunciaba que «la capa de rodadura se renovará cuando sea posible en futuros ejercicios presupuestarios». No obstante, se añadía que se daría traslado de la incidencia al servicio de Conservación para que tuvieran conocimiento de la petición de cara a una posible inspección.

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Pero el vecindario se ha adelantado, cansado de recibir largas. La situación era molesta. «Hemos retirado la mayor parte de la grava, pero no se puede descartar que siga soltándose», señalan los afectados, que esperan que esta primera retirada de piedrecillas sea suficiente por el momento, aunque reclaman una solución definitiva cuanto antes.

El caso de La Farola no ha sido el único este verano. El pasado mes de julio, los vecinos de la calle Linares denunciaban que, tras las obras de renovación del asfalto la gravilla, se había apoderado del tramo de esta vía que discurre entre Moradas y Mirabel. Allí, las piedrecillas también incomodaron a comerciantes y vecinos hasta el punto de que los propietarios de algunos establecimientos se veían obligados a barrer sus entorno para retirar el material.

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