Exterior de la vivienda de la calle San José de Calasanz. Aída Barrio

Valladolid

Los vecinos exigen el derribo de una casa ocupada por indigentes en el corazón de Delicias

Los residentes advierten de que el trasiego de gente es «constante» en una vivienda «llena de basura y que desprende un olor insoportable»

Sofía Fernández

Valladolid

Viernes, 25 de julio 2025, 19:21

«Están continuamente entrando y saliendo de ahí. No sé por qué permiten esto, la verdad. No quiero ni acercarme del olor que sale de ... aquí», aseguran hartos varios vecinos de la calle San José de Calasanz, situada en pleno corazón de Delicias, al pasar por el número 54 y echar un vistazo al lamentable estado que presenta esta antigua casa molinera abandonada, enclavada entre bloques más modernos de pisos y que viene siendo ocupada ilegalmente en los últimos meses. «Mira, se meten por ese hueco que tapiaron en su día y que lleva años abierto», apunta uno de ellos señalando a una ventana que presenta un cristal roto y un agujero en los ladrillos -con los que fue tapiada- que permite el acceso al interior.

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Desde la calle se aprecia el interior de una de las estancias de la vivienda que ha sido objeto de ocupación constante desde que fue abandonada y tapiada, pero que continúa siendo morada improvisada y momentánea de personas sin hogar. «Es verdad que la acumulación que tienen aquí de basuras y cacharros, el olor que hay aquí y más con estos calores puede provocar que aparezcan bichos y ratas... qué quieres que te diga, nadie quiere tener esto al lado», afirma una mujer de mediana edad que vive a escasos metros de esta vivienda situada en en tramo de San José de Calasanz comprendido entre los cruces con las calles Olmedo y Villanueva.

Ante ella, en las redes sociales y por escrito al Ayuntamiento, los vecinos exigen una solución inmediata. «Voy a solicitar a la concejalía que corresponda que agilicen de una vez los trámites de expropiación que permitan el posterior derribo de esa vivienda que no hace más que ser objetivo de ocupaciones, de gente que entra y sale y un foco de insalubridad para el barrio», advierte el presidente de la Asociación de Vecinos Barrio Delicias, Luis Miguel Trapote, quien propone además que, «si los terrenos pasan a ser propiedad del Ayuntamiento, que los beneficios de una futura venta de ese solar los emplee para la construcción de vivienda social».

El Ayuntamiento ha requerido a la propiedad para que proceda a su limpieza y tapie puertas y ventanas

El Consistorio, en este sentido, aclara que la propiedad tiene una orden de ejecución para que proceda «a su limpieza y al tapiado de los huecos» y aclaran que la casa en sí no se encuentra en estado de ruina y continúa en manos privadas. Sus dueños, de hecho, solicitaron más tiempo para proceder al requerimiento municipal al encontrarse con que su interior estaba habitado.

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Aunque este viernes no había aparente actividad en la vivienda de la discordia, dos vecinos aseguran haber visto, «sin ir más lejos, antes de ayer la entrada de un hombre joven a media mañana». Algo que corrobora una de las vecinas que se encuentra en la terraza del bloque situado frente a esta vivienda: «Es verdad que no dan problemas, pero está todo manga por hombro», puntualiza.

El dueño de un bar cercano añade que la semana pasada «salió uno saltando por el hueco de la ventana y después con ayuda de otro metieron un pequeño sofá por el hueco que da a la calle». Uno de los clientes del bar ahonda en que la actividad es continua. «No siempre son los mismos, es verdad que salen con frecuencia, pero no hemos tenido problema de ruidos o de convivencia, la Policía pasa cada poco pero realmente no hacen nada por cerrar esto y que no se acumule la basura», resume.

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Esta vivienda, que luce una pintada en su fachada donde puede leerse en verde fosforito 'ayuda okupas', fue morada temporal de Mohamed El Ali, natural de Marruecos de 32 años, quien entró en ella hace dos veranos por el mismo agujero que hoy permite el acceso al interior. Allí estuvo durante varias semanas en la vivienda junto a un compañero (si bien desde entonces la cantidad acumulada de basura ha aumentado de forma evidente) hasta que finalmente ambos, que llegaron a Valladolid de forma irregular, en busca de una vida mejor, «trabajo y papeles» terminaron siendo desalojados por varios agentes a mediados de agosto.

Derrumbe de viviendas molineras

«Aquí hemos tenido varios puntos en apenas unos metros donde había el mismo problema», puntualiza una mujer que vive en la cercana calle Mariano José de Larra. Se refiere a otras dos viviendas ocupadas en periodos intermitentes durante dos años y que fueron finalmente derribadas hace mes y medio en la esquina de la calle San José de Calasanz con Delicias. «Pero allí si que eran más conflictivos», relatan los vecinos.

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Detalle del interior de la vivienda de la calle Calasanz, fachada tapiada de la calle Olmedo y solar en la esquina de Calasanz con calle Delicias. Aída Barrio

En aquellas casas en estado de ruina, cuyo hueco se ha convertido ahora en un amplio solar a la espera de contar con un nuevo uso, los residentes tuvieron que presenciar varias peleas entre los inquilinos y un conato de fuego que despertó la preocupación entre los bloques más cercanos a esas casas molineras. «Al final esperamos que acaben tirando esta también o que la sellen lo antes posible con planchas de metal, de forma que sea imposible entrar como hicieron con toda la planta baja de otro bloque de la calle Olmedo para terminar con este problema», finaliza el presidente de la Asociación de Vecinos Barrio Delicias en alusión a la casa del número 54 de San José de Calasanz

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