Valladolid fija su apuesta por la movilidad en bici y aprueba el bus gratis hasta los 15 años

El Pleno del Ayuntamiento escenificó ayer la apuesta unánime -con ligerísimas discrepancias que no evitaron el voto común- por una movilidad alternativa. Lo hizo primero en la sesión extraordinaria de la Junta General de Auvasa, que debía aprobar la gratuidad del autobús hasta los 15 años, y continuó después con la moción presentada por Ciudadanos por el impulso a la bicicleta como medio de transporte alternativo, que se llevó el voto favorable de toda la Corporación.

En el caso de la ampliación de la gratuidad del bus la voz más discordante fue la del concejal de Vox, Javier García Bartolomé, que consideró que la edad no es un criterio válido y recordó que la medida no sale gratis porque las arcas municipales tendrán que hacer frente a la reducción de ingresos. Una merma que él mismo cifró en 100.000 euros. El presupuesto de Auvasa es de 31,3 millones para el año próximo.

García Bartolomé también criticó que la gratuidad se establezca en función de la edad, que «no es un criterio económico», a lo que Valladolid Toma la Palabra y Ciudadanos replicaron con la necesidad de «hacer cantera» con los usuarios más jóvenes. «Es una medida que va a beneficiar a más de ocho mil familias», recordó el concejal de Movilidad, Luis Vélez. «Es una medida oportuna y una competencia propia del Ayuntamiento», alabó Martín Fernández, de Ciudadanos. Y el PP justificó su decisión de abstenerse en que el acuerdo se adelantaba al Plan de actuación que está preparando el gerente de la empresa municipal de autobuses.

A esta aprobación se añadió la moción presentada por Ciudadanos sobre la necesidad de impulsar el uso de la bicicleta, que recibió un visto bueno general y concretó algunas cuestiones que parecen encaminadas. Así, Luis Vélez adelantó que «se ha realizado un estudio acerca de la movilidad ciclista en la zona noroeste para conectar los barrios Victoria, Girón, Huerta del Rey y Parquesol con el centro de la ciudad», lo que «permitirá tomar decisiones importantes para los próximos años». Algunas de las que parece que se verán pronto incluyen la creación de un carril bici segregado en el Paseo de Isabel La Católica, así como «avanzar en el Paseo Juan Carlos I, una arteria de varios kilómetros que conectará zona este con el centro», según avanzó Luis Vélez.

Martín Fernández hizo hincapié en la necesidad de favorecer de algún modo el uso combinado del bus y la bicicleta. Propuso, así, «estudiar la viabilidad de implantar un proyecto piloto en algunas de sus líneas que posibilite la instalación de portabicicletas». Señaló, incluso, algunas de las candidatas a acoger este proyecto: 6, 8, U1, U8 y Circular 2.

Los portabicis para autobuses son algo habitual en muchas ciudades, incluso de gran tamaño. En Chicago, por ejemplo, los vehículos del Chicago Transit Authority cuentan con un portabicicletas desplegable con capacidad para dos bicis y con un sistema de anclaje rápido para no demorar la marcha.

En este uso combinado del bus y la bicicleta hay otro factor que, sin embargo, resulta más complejo de solucionar, el de la implantación de un bono combinado Auvasa-Vallabici. Lo propuso el PP y se aceptó estudiarlo, pero Luis Vélez ya anticipó que hay una serie de complicaciones legales para llevarlo a cabo. Para empezar, Vallabici firmó un contrato por diez años del que aún quedan cuatro para que expire. Y Toma la Palabra incidió en este punto: «Nos costó un triunfo solo poner tres estaciones más de alquiler de bici, dejaron atado y bien atado el contrato», les espetó María Sánchez a los populares, ya que el acuerdo se firmó durante el último mandato de Javier León de la Riva.

Este vuelco a la movilidad urbana tiene otros factores añadidos en la aparición de nuevos sistemas como los patinetes, los 'hoverboard', 'segways' y otros artilugios de transporte individual cuyo nexo es la ausencia de un vial propio. Compartir espacio con los peatones supone un riesgo para los viandantes y hacerlo con los coches es peligroso para los usuarios de estos sistemas alternativos, cuyas velocidades máximas son limitadas.

Luis Vélez anunció un 'Plan director de la bicicleta', que se aprobará «en las próximas semanas», dotado con 50.000 euros, para «establecer criterios de unificación de diseño de la infraestructura ciclista para futuras intervenciones». El PP opuso entonces que ese plan va a llegar antes que el «Pimussva», un acrónimo «desconocido» por los ciudadanos que lleva «cuatro años del mandato pasado, cinco meses del actual y seis meses de este» en elaboración, sin que se aviste su culminación.

Pimussva es, en realidad, el «Plan Integral de Movilidad Urbana Segura y Sostenible de Valladolid», nada menos. El gran documento que debe servir de marco para todas estas alternativas, incluido el plan director de la bicicleta. El PP intentó arrancar el compromiso de que se rematará en seis meses, en lo que coincidía con la petición de Vox de fijar un plazo, pero se desechó.