Día Mundial sin Tabaco

Valladolid enlaza dos años de aumento de fumadores habituales: las cifras del tabaquismo

Es algo generalizado, que se da en Castilla y León y en Valladolid, donde se contabilizaba en aquel 2009 una bolsa de 129.000 personas que encendían pitillos todos los días, con un descenso paulatino hasta los 84.350 de 2022. En ese encadenamiento de años de retroceso del tabaquismo con recorte de unos 1.500 fumadores de media anual hay un momento que marca un hito y es 2020, el año de la pandemia con los meses de confinamiento y las restricciones hosteleras y de reunión, en el que la cifra de vallisoletanos fumadores habituales menguó de 101.700 a 85.400. A partir de ese momento, el abandono del hábito tabáquico se frena, para ganar adeptos en 2023, con casi 84.700 fumadores diarios, y 2024, que sitúa la cifra en 85.150.

Son datos que ofrece el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer a partir de las encuestas de salud oficiales de la UE y del Instituto Nacional de Estadística (INE) español y que sirven para hacerse una idea del empuje real del tabaquismo coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco que se celebra este 31 de mayo. Una fecha en la que desde la AECC y sociedades médicas como la que reúne a los profesionales de la Medicina de Familia y Comunitaria enfocan hacia los nuevos dispositivos de consumo, demandando a las autoridades nacionales, autonómicas y locales «un compromiso decidido y coordinado frente a la amenaza que suponen productos como cigarrillos electrónicos ('vapers'), tabaco calentado, bolsitas de nicotina y pipas de agua ('shisha'), especialmente dirigidos a jóvenes y adolescentes».

«La frecuencia de tabaquismo en la población general ha disminuido, pero tenemos el reto otra vez de los jóvenes que están empezando a vapear. Estamos viendo que a través del 'váper', o cigarrillo electrónico también, de los productos de tabaco por calentamiento, que es otra cosa, que también consumen, se están iniciando en el consumo de tabaco, además a edades muy tempranas. El tabaco es una droga extremadamente adictiva... Con lo que eso supone en adolescentes en los que no están completamente desarrollados el cerebro, los pulmones, el sistema inmune... Y sabemos que cuantos más años de adicción a una sustancia, más difícil va a ser abandonarla», valora Sara Cascón Pérez-Teijón, coordinadora en Castilla y León del grupo de abordaje del tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria.

A esa demanda de regulación más restrictiva y control de los nuevos dispositivos suman desde esta sociedad médica y la AECC otra petición: ampliar los espacios 100% libres de humo, también de vapeadores a todos los entornos educativos, paradas de transporte y terrazas. Algo que el Gobierno acaba de anunciar que acometerá.

Alertan desde la Asociación Española Contra el Cáncer y desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria de que el 80% de los casos de tabaquismo se inician antes de los 18 años y se mantienen por la dependencia a la nicotina, que 1 de cada 2 jóvenes de entre 14 y 18 años ha probado los cigarrillos electrónicos alguna vez (54,6%) y que la edad de inicio de consumo en España está en los 14 años, siendo menores de edad. En menos de un año se pasa del contacto inicial y el consumo esporádico a la adicción, alertan los profesionales de la medicina.

El grupo de edad que aporta más efectivos en Valladolid a esa bolsa de más de 85.150 fumadores de todos los días son los que tienen entre 45 y 54 años (21.900), pero hay otros 22.400 con una edad comprendida entre los 15 y los 34 años.

A esas más de 85.000 personas que residen en tierras vallisoletanas y que encienden tabaco a diario, se suman otras 9.900 que aseguran hacerlo de manera ocasional y más de 103.000 que se propusieron dejar el hábito y lo lograron. Son hoy exfumadores que conforman la radiografía de ciudadanos apartados del humo de cigarros, pipas o puros que se completa con los que nunca han fumado, que en Valladolid alcanzan la cifra de 251.500 personas. La radiografía provincial de los hábitos de consumo de tabaco en la provincia se cierra con casi 1.000 ciudadanos sobre los que no consta si fumaron, fuman, han dejado este hábito o no lo han cogido nunca.

En esa evolución de fumadores habituales y diarios se da también un sesgo de género. Hay más hombres que mujeres, pero la brecha se fue acortando a partir de 2012 y entre los años 2017 y 2019 (ambos incluidos) llegó a borrarse al situarse la proporción en el 50% para cada sexo. Una situación que a partir de la pandemia ha vuelto a marcar diferencias. El dato de 2024 ofrece 49.400 varones fumadores frente a algo más de 35.700 mujeres.

El tabaco mueve ingentes cantidades de dinero. La venta en Valladolid de los productos tradicionales, de cigarros, puros, picadura para liar y para pipa, ascendió a 130,03 millones de euros en el 2024. La mayor parte de ese montante corresponde a la compra de cajetillas de cigarrillos (110,45 millones de euros). El resto entra en caja por puros y tabaco picado. Son cifras oficiales del Ministerio de Hacienda, que en el conjunto de Castilla y León se elevan a 651,57 millones de euros. Un potencial económico que crece respecto a 2023, cuando en la comunidad las ventas de tabaco ascendieron a 627,84 millones, de lo que los vallisoletanos aportaron 126,52 millones.

El Ministerio de Hacienda ofrece también cifras del volumen de cajetillas y kilos de tabaco vendidos. Toneladas. Los fumadores compraron en Castilla y León a lo largo de 2024 un total de 108,77 millones de cajetillas, a razón de 20 cigarrillos cada una, a lo que sumaron 124,56 unidades de puros, 258.377 kilogramos de picadura para liar y otros 51.397 kilos de tabaco picado para pipa. De esa cuantía autonómica, corresponden a ventas en Valladolid 21,81 millones de cajetillas de pitillos, 25,15 millones de cigarros puros y 53.033 kilogramos de picadura para liar y 12.324 de tabaco para pipa.

Son cantidades menores que en 2023 (salvo en el caso del producto picado para pipa que crece levemente), pese al incremento de los ingresos empujados por el alza de los precios de venta. Unas cifras oficiales del mercado de tabaco que no ofrecen una cimentación real del tabaquismo, porque en ellas no se contempla esos nuevos dispositivos sobre los que los profesionales sanitarios y la AECC exigen un mayor control: vapeadores, cigarrillos electrónicos, tabaco calentado, bolsitas de nicotina y pipas de agua. «Los nuevos productos que han salido son igual de perjudiciales que el tabaco convenciona», resume la doctora Sara Cascón.