Valladolid cumple con los niveles legales de ozono, pero la OMS pide que haya menos contaminación
Un estudio de Ecologistas en Acción concluye que este año ha habido nueve días con la polución disparada, cuando la nueva normativa europea fija un máximo de 18
Los vallisoletanos hemos respirado durante este 2024 un aire de mejor calidad que en los últimos ejercicios. La contaminación por ozono está por debajo de ... las exigencias de la normativa europea (todavía más estricta desde esta misma semana). Pero todavía hay mucho margen de mejora si se quieren cumplir con los estándares que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así se desprende del informe publicado este martes por Ecologistas en Acción, organización ambiental que ha analizado los niveles de ozono registrados en 500 estaciones medidoras de todo el país. De ellas, treinta en Castilla y León. De esas, seis en Valladolid. Y en esa media docena de puntos pucelanos, desde el 1 de enero al 30 de septiembre, se han rebasado los niveles máximos (120 microgramos por metro cúbico) en nueve jornadas. La normativa europea fija como límite a partir del cual hay que empezarse a preocupar seriamente los 25 días. Esta misma semana, lo ha rebajado a 18. Valladolid, por esa vía estrictamente normativa, cumple. Pero no ocurre lo mismo si el criterio para medir el ozono se fija en las recomendaciones de la OMS.
El organismo sanitario reduce ese límite a 100 microgramos. De acuerdo con esa nueva frontera (y no con los 120), Valladolid habría superado ese nivel a lo largo de 44 jornadas, cuando lo deseable, según la OMS, serían como máximo tres días al año.
Cuál es la conclusión que comparten en Ecologistas en Acción? «Hemos estado expuestos un año más a unos niveles insalubres de este contaminante». Y eso que este año ha sido especialmente benigno. La meteorología ha remado a favor.
«Este ha sido un verano caluroso, sí, pero muy concentrado en el tiempo. Los periodos de verdadero calor se han producido entre julio y agosto, cuando otros años ya había temperaturas muy altas en junio», explica el vallisoletano Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe. Menor duración del calor y de insolación estival. Y eso influye en los niveles de ozono. «El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la implicación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva. Se trata, por tanto, de un contaminante típico de primavera y verano», apuntan desde Ecologistas en Acción.
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Por eso, si se quiere mejorar en estos niveles, hay que trabajar para rebajar esos precursores humanos, que pueden disparar los niveles. ¿Cómo? «Una de las principales medidas es reducir el número de automóviles por las calles. En los últimos años se han conseguido varias mejoras en Valladolid. Después de la pandemia, han cambiado ciertos hábitos, con una menor presencia de coches por el centro. Además, se ha incrementado el parque de vehículos menos contaminantes, y ha entrado en vigor la normativa que limita la velocidad máxima a 30 por hora en varias vías», cuenta Ceballos. Eso influye, pero Ecologistas en Acción critica las «medidas reversivas» iniciadas con respecto a los carriles bici o el recorte de la superficie en la Zona de Bajas Emisiones, todavía sin entrar en vigor. Ahí, aseguran desde la entidad ambiental, hay margen de mejora. Pero, además, insisten en que habría que reducir los flujos de tráfico metropolitano, con importantes movimientos hacia la capital desde localidades como Arroyo, Laguna o La Cistérniga.
Precisamente, la zona sur de la ciudad es la que presenta peores niveles de ozono. Ese volumen de tráfico metropolitano influye. También que ahí están instaladas las grandes industrias de la capital, con Renault a la cabeza. Pero también hay que tener en cuenta que esa es la zona con más presencia de pinares, que también emiten ozono de forma natural. «Además de la reducción del tráfico, hay que actualizar los niveles de emisiones de estas grandes empresas», sugieren desde Ecologistas en Acción.
Para eso, consideran clave la implicación de las administraciones. Primero, para mejorar la calidad de las estaciones medidoras de ozono. Segundo, para que la Junta se ponga las pilas. «Es inaceptable que, después de casi tres años de vigencia, la Junta de Castilla y León no haya ejecutado ni un solo euro, ni una sola de las 17 acciones del Plan de Calidad del Aire por Ozono aprobado por el Gobierno regional en 2021. Un plan que, por cierto, ha sido anulado por el Tribunal Superior de Justicia en otra sentencia no firme de 2023 por su falta de concreción».
Y en el conjunto de la comunidad esto sí es importante porque hay una zona donde sí que se incumplen esos niveles fijados por la normativa europea. Ocurre en el valle del Tiétar y el Alberche (allí viven 31.000 habitantes), con 28 jornadas por encima de los 120 microgramos. Esta es la comarca más complicada de la comunidad, aunque hay otras zonas que no hay que perder de vista. Por ejemplo, en el entorno de las centrales térmicas de León y Palencia (aunque allí cada vez con más cierres). La segunda es la aglomeración de Valladolid, «por el importante peso del transporte metropolitano». Hay puntos concretos vinculados con explotaciones ganaderas intensivas. Y preocupa también el sur de las provincias de Ávila, Salamanca y Segovia, porque hasta allí influye lo que ocurre en Madrid, el epicentro de la contaminación en España, con niveles históricos de este contaminante.
De acuerdo con esa media entre todas las estaciones, en Madrid se superaron los niveles en 35 jornadas. En el entorno de Vic (Barcelona) se rebasó 33 días. En Guadalajara se superó en 29 ocasiones. En Córdoba, en 23. En Cáceres, 22. En Toledo, en 19. Ciudades del sur, como Sevilla, Granada o Huelva presentan peores cifras de contaminación por ozono que Valladolid.
Entre los puntos positivos para la ciudad, esta es una de las pocas capitales que cuenta con un protocolo exclusivo para hacer frente a los episodios de contaminación (también lo tienen en Asturias, Barcelona, Galicia, León, Madrid, Murcia, Sevilla, Valencia, Vitoria y Zaragoza). A lo largo de este 2024 no ha habido que activar ningún día las medidas de restricción del tráfico que contempla este plan, como sí ocurrió en 2022, cuando los niveles de ozono fueron más altos por ese mayor periodo de calor.
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