Valladolid
Vacían el concesionario de Motos Copa mientras el número de afectados supera la treintenaRepresentantes de las fábricas, víctimas también de la estafa, se llevan sus vehículos para «salvar parte de los 'muebles'»
Solo queda parte del mobiliario y algún panel promocional. Ni una moto. El número 109 del paseo Juan Carlos I es desde el mediodía de ... este jueves un erial. Tan solo los letreros de Motos Copa dan pistas de lo que era ese emplazamiento hasta hace unos días. Ese concesionario de motos es ahora pasto de una investigación de la Policía Nacional después de que ya una treintena de afectados hayan denunciado la estafa de pagar la moto y no recibir vehículo alguno.
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Ante el cariz que había tomado la situación, con el dueño del negocio detenido (quedó en libertad con cargos), representantes de varias fábricas de motos han acudido en la mañana de este jueves a retirar motos de su propiedad. Hasta el punto de que actualmente ya no hay ninguna. Estos comerciales, algunos venidos desde Madrid, se sienten parte de la estafa y no descartan presentar denuncia, si bien antes han optado por llevarse las motos para «salvar parte de los 'muebles'». Una de las últimas fábricas en sacarlas ha sido MITT, con la colaboración del dueño de un concesionario de Medina del Campo.
Han sido doce las que han transportado hasta la villa medinense para ponerlas a la venta y dar por zanjado un asunto que a ellos mismos les ha pillado «por sorpresa».
Ese trasiego de la salida de motos del local ha alertado a parte de los afectados por la presunta estafa. Tras enterarse de esos movimientos, Killiam Alexander Alviarez, a la par también portavoz «involuntario» de los damnificados, se ha acercado hasta el local por si aparecía por la zona el responsable del negocio. Su caso particular es el de abonar con tarjeta de crédito «4.000 euros» en julio por una MH Motorhispania Tray Touring que nunca recibió. Además, ha sido uno de los que ha hecho guardias nocturnas por si aparecía el dueño y evitar que vaciaran el local, por lo que este jueves se trasladó de urgencia al número 109 del paseo Juan Carlos I.
Pero allí no se encontraba el gerente, sino los representantes de estas firmas de fábrica para llevarse las motos. Ante esa realidad, el propio Killiam y el representante de la firma entablaban conversación de cómo se había llegado a este punto. Incluso el empleado de MITT se ofrecía como interlocutor si había algún afectado que hubiese comprado una MITT. «He dado mi número a Killiam para que lo difunda en el grupo de Whatsapp y se puedan dirigir a nosotros. Tendremos en consideración lo que ha sucedido, pero no somos responsables de lo que ha pasado», apuntaba mientras sacaba las últimas tres motos del local para trasladarlas hasta Medina del Campo.
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Esa acción, de alguna manera chocaba contra las intenciones de los damnificados, que en los últimos días tenían como principal premisa que las motos que dormían en el concesionario nunca fueran retiradas hasta que el dueño diera la cara. Eso ya no sucederá y ahora solo queda la resignación. El propio Killiam buscaba el consuelo, mientras se lamentaba, al no recibir ninguna comunicación del dueño de Motos Copa. «Si por lo menos nos hubiera explicado la situación...», manifiesta con la intención de recuperar el dinero al hacer el pago mediante tarjeta. «Quien lo haya pagado en mano, lo tendrá peor», continúa.
Sin esperar a que el representante de MITT abandonara Valladolid para volver a poner rumbo a Madrid, Killiam se fue de la zona a la espera de recibir noticias del juzgado o del banco. Es él quien apunta que el número de afectados ya es de «33, aunque creemos que muchos aún no se han enterado».
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Estafa de 100.000 euros
Hasta el momento la cantidad estafada es superior a los 100.000 euros entre todos los damnificados. Cifra que ha proporcionado la Policía Nacional tras empezar a recibir denuncias desde hace un mes. El hombre aseguraba haber pagado hacía meses una señal de 6.480 euros por una motocicleta nueva al responsable del concesionario.
Después de meses de espera, la víctima se enteró de que la tienda, ubicada en el paseo de Juan Carlos I número 109, ya no tenía relación comercial con la marca de motocicletas que había solicitado. Conociendo esta información, el hombre exigió al responsable la devolución de su dinero, ante lo que solo recibió respuestas evasivas por parte del encargado.
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Se produjeron otras series de denuncias similares en fechas posteriores y varios de los perjudicados utilizaron sus redes sociales para difundir las prácticas que estaba llevando a cabo el encargado de la tienda, lo que hizo que salieran a la luz más afectados que también interpusieron la correspondiente denuncia en dependencias policiales.
Todos ellos entregaban una señal económica para adquirir un vehículo que nunca recibían por «retrasos de distribución», según alegaba el responsable del establecimiento. Algunos llegaron a financiar la compra de las motocicletas, llegando a hacer los pagos sin disponer del vehículo.
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Hay víctimas que no han podido recuperar sus motos que dejaron en concepto de señal y que, tras el cierre de la tienda, no han podido recuperar. Otros denunciantes dejaron sus vehículos para realizar alguna reparación, dándose las mismas circunstancias: respuestas evasivas respecto a los plazos de devolución o retrasos en la entrega.
Además de víctimas con residencia en Valladolid, hay de diferentes puntos de la geografía española al registrarse denuncias en Jerez y Pontevedra. Las mismas han sido analizadas por el grupo de Delincuencia Económica y Fiscal de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valladolid, sin descartar más perjudicados.
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