Valladolid renovará cuatro plazas tras las fiestas para revitalizar los espacios

Dos de ellas, la de Caño Argales (centro) y la de San Juan de la Cruz (La Rondilla), están infrautilizadas por falta de atractivo; otra, la de Luis Braille (Batallas), es un nudo de tráfico, que no se ha tocado en décadas, y la cuarta, la de la Solidaridad (en el corazón de La Victoria) pide desde hace años un lavado de cara. La Concejalía de Urbanismo afrontará tras las ferias la renovación de estos espacios con el objetivo, en unos casos, de revitalizarlos como foco de encuentro ciudadano y, en otros, de dotarlos de un aspecto menos duro y ganar superficie para el peatón. El final de las fiestas supondrá la llegada de las excavadoras a estos puntos para ejecutar una inversión global que superará los 662.000 euros. En los cuatro casos, los trabajos estarán finalizados antes de que concluya el mandato, según las previsiones del departamento municipal.

Ubicada en pleno centro, la plaza de Caño Argales es, desde que estrenó su actual configuración allá por 1985, un ágora muerta, una explanada de cemento sin vida, a pesar de su buena situación. La propuesta para su renovación surgió en el proceso de presupuestos participativos y Urbanismo ya tiene los planos. Con un presupuesto de licitación de 285.000 euros –la concejalía espera adjudicar por 160.000–, el diseño cambiará por completo su aspecto. La propuesta a ejecutar contempla un conjunto completamente nuevo en el vértice donde confluyen las calles Nicolás Salmerón y Dos de Mayo. Será ahí donde se habilitará un espacio verde, con césped y arbustos para proteger la nueva zona estancial que se crea, un cuadrado con bancos alrededor donde poder descansar. Tendrá suelo drenante (similar al utilizado en los paseos del Campo Grande), una solución que también se aplicará a lo largo del espacio de la plaza que da a la calle Panaderos. A continuación, en la franja pegada la las edificaciones, surge un espacio para juegos infantiles, protegido con firme de caucho. En principio, se plantea colocar figuras con formas de animales para que los más pequeños jueguen con ellas. Este área se une con la actual fuente mediante hileras de arbustos y parterres de césped y flores. La intervención contempla mantener los dos quioscos ahora cerrados –el de marquesina y el redondo–, aunque aún no se ha determinado su uso. Junto al segundo, se reserva un espacio para colocar un escenario. A los actuales árboles, se sumarán siete ejemplares más: cuatro sóforas para dar sombra al nuevo espacio infantil y de descanso, un aligustre en la zona verde y dos nogales a continuación del quiosco de marquesina.

Ha sido el enclave de la polémica por la oposición de la asociación vecinal al derribo del antiguo colegio. Presentado ya el nuevo proyecto de oficina de la Seguridad Social que se levantará en el solar, el Ayuntamiento quiere dar vida a esta entrada a La Rondilla desde la calle Cardenal Torquemada. Así, prevé para este picón que acaba en Tirso de Molina tres espacios. Uno, contiguo al arbolado que plantará el instituto nacional, en que se dibuja una zona de estancia con bancos y que estará resguardada por arbustos y parterres. Le sigue el espacio central, con un conjunto de juegos infantiles en una superficie de 187 metros cuadrados y, tras estas atracciones, se crea un pasillo para atravesar el espacio, que se remata con una pequeña pradera verde en talud y con árboles con el objetivo de naturalizar el área y que se vea desde todos los puntos de las calles de confluencia de este pico de la plaza.

La intervención en este duro nudo de tráfico, que une Vadillos con San Juan y Batallas es la más radical. Adjudicada ya a la empresa Obras Conedavi en 278.685 euros presenta como principal novedad la creación de una zona ajardinada y descanso con árboles, bancos y una fuente, en una especie de península de cemento que se urbanizará entre las calles Renedo y Pólvora. Desaparece la actual glorieta de diez metros de diámetro, ubicada en el centro del espacio, y se reordenan las direcciones de tráfico y la regulación semafórica. El objetivo es ganar espacio para el peatón, ya que ahora la franja entre Santa Lucía y la calle Covadonga está conectada por una estrecha acera, aún en brea. La obra se acometerá manteniendo este distribuidor de tráfico abierto para peatones y coches, aunque no se descartan cortes o cambios de direcciones puntuales. La reordenación se aprovechará también para renovar colectores y redes de agua.

La empresa D-Todo Ingeniería y Desarrollo es la adjudicataria de estos trabajos en el espacio central del barrio de La Victoria, con un coste de 74.293 euros. En este caso, la intervención no presenta novedades en su diseño, sino que se trata del arreglo de las estructuras –marquesina y pérgolas metálicas– que rodean el espacio. Su avanzado estado de deterioro presenta ya riesgos para los usuarios ante el peligro de desprendimientos. Barandillas oxidadas, desconchones y estructuras sueltas aconsejan esta intervención urgente, que completa la instalación, el pasado verano, de una amplia oferta de juegos infantiles para los más pequeños en esta concurrida plaza. La Concejalía de Medio Ambiente destinó 70.000 euros en las atracciones, que fueron seleccionadas en una consulta a los niños del barrio.