Fernando González Vivanco
Campeón de la Olimpiada Matemática Española
«Todo mi tiempo libre lo dedico a las Matemáticas. Son mi mejor pasatiempo»Fernando González Vivanco, de 17 años, ha conseguido este año un oro en la Olimpiada Matemática Española, un bronce en la Internacional y una plata en la Iberoamericana
Con solo 17 años, Fernando González Vivanco habla de las matemáticas con un entusiasmo que sorprende por su madurez. Para él resolver un problema complejo ... es «la mejor forma de pasar el tiempo», porque las mates, lejos de ser una asignatura difícil o aburrida, «son una filosofía y un modo de vida».
Este verano Fernando ha llevado el nombre de Valladolid hasta la otra punta del planeta, y todo gracias a los números. Tras ganar a finales de marzo una medalla de oro en la 61ª Olimpiada Matemática Española que se disputó en Gijón, el pasado mes de julio viajó hasta Sunshine Coast (Australia) como miembro de la delegación española en la Olimpiada Internacional de Matemáticas (IMO). Se trata de la competición más prestigiosa del mundo en este campo y allí, frente a 640 estudiantes de 112 países, se colgó de nuevo una medalla. Esta vez de bronce. Un logro mayúsculo que compartió con otro castellano y leonés, el salmantino Diego Alonso Domínguez, que también fue bronce. La expedición española volvió a casa con dos platas, dos bronces y una mención de honor, una cosecha que refleja el gran nivel nacional.
«Durante las pruebas en Australia no estaba demasiado nervioso. Solo lo justo», recuerda Fernando sobre aquellas largas jornadas de resolución de problemas. El principal reto, confiesa, fue el cambio de huso horario. «Nos llevaron un día antes, y al siguiente ya era la inauguración y después las pruebas. Apenas tuvimos tiempo para adaptarnos y con tanta diferencia horaria, fue complicado», reconoce. Los problemas a los que se enfrentó fueron principalmente de combinatoria, teoría de números, geometría y álgebra, las cuatro ramas clásicas de estas competiciones. Fernando se maneja con soltura en todas, aunque tiene predilecciones. «Creo que lo que mejor se me da está entre geometría y la teoría de números», dice. «La verdad es que, para ser una prueba internacional, los problemas no fueron tan complicados como esperaba», añade. Para él, lo más emocionante fue la experiencia «de estar en la otra punta del mundo, con chavales de mi edad con los que comparto los mismos intereses», comenta.
Ese bronce en Australia le abrió las puertas de un nuevo reto, la Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas, que se ha celebrado del 21 al 29 de septiembre en La Araucanía, Chile. Allí, Fernando volvió a brillar, esta vez con una medalla de plata, igual que su compañero Diego Alonso, de Salamanca. «Curiosamente, para mí fue más difícil la Iberoamericana que la Mundial. Estoy muy contento con el resultado», comenta.
Un talento precoz
La pasión de Fernando con las matemáticas empezó pronto. Desde muy pequeño mostró una facilidad especial para los números y un interés por los retos que ponían a prueba su ingenio. En 6º de Primaria fue seleccionado para el programa ESTALMAT (Estímulo del Talento Matemático), lo que marcó un punto de inflexión en su trayectoria. Hoy cursa 2º de Bachillerato en el colegio La Consolación de Valladolid, donde también brilla en el resto de asignaturas, aunque ninguna le apasiona tanto como las mates. Mucha culpa de ello la tiene Francisco Bellot Rosado, un catedrático de Matemáticas jubilado y miembro de la comisión de olimpiadas de la Real Sociedad Matemática Española, que cada semana le da clases de resolución de problemas. «Todo mi tiempo libre lo dedico a las matemáticas. Son mi mejor pasatiempo y estas medallas me sirven para darme cuenta de que lo estoy haciendo bien», dice orgulloso este talento vallisoletano, al que el día de mañana le gustaría estudiar, por supuesto, Matemáticas, y quizás también Informática. En su opinión, las matemáticas son una disciplina que roza lo artístico. «Cuando ves mates en este nivel, casi todo es bastante bonito. La gente no lo concibe así, pero es como un arte. Es satisfactorio, y como lo es, siempre quieres seguir practicándolas», cuenta.
Por su edad, este curso podrá seguir participando en las distintas fases de las olimpiadas y no se obsesiona con las metas. «Yo simplemente hago mates, y… si todo va saliendo bien, me seguiré presentando a las competiciones, a ver si sigo teniendo la misma suerte que hasta ahora», comenta este joven, que ya presume de tener un oro de España, un bronce en Australia y una plata en Chile. Y lo que queda por venir.
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