Los taxistas de Valladolid piden «seguridad» a su patrón San Cristóbal

La jornada comenzó al mediodía con la misa en la Iglesia de Santiago, donde se reunieron taxistas y acompañantes para cumplir con la tradición. Entre lecturas, velas y cantos a la Virgen, decenas de fieles vivieron momentos de recogimiento antes de la salida de un taxi portando la imagen del santo en una procesión por la calle Santiago camino de la Plaza Mayor.

Una vez allí, frente al Ayuntamiento, se procedió a la bendición de los vehículos. El sacerdote roció con agua bendita los dieciséis taxis, que se encontraban allí estacionados desde media mañana, mientras sus dueños observaban con respeto y el deseo de que el gesto ayude a «evitar accidentes y a mantener la seguridad», apuntaba la taxista Maite Santos.

La festividad ha concluido con los conductores subiendo a sus taxis y regresando al servicio, con un toque de satisfacción por mantener viva una tradición que une al gremio en Valladolid cada 10 de julio, pero que cada año, reconocen, cuenta con »menos participación». «Hace treinta años, estábamos aquí más de cien compañeros», recuerda con sus 43 años de experiencia el ya jubilado Pedro Aparicio. También siente que le «faltan muchos compañeros y gente, que siempre estabas hablando con ellos», explica.

Aunque el futuro de los taxistas es «complicado», confiesas, el trabajo de los 466 conductores que integran el sector sigue adelante con «ganas»: «Por ahora seguimos llevando a la gente a su punto de destino y seguimos prestando el mejor servicio posible», concluye el expresidente de Radiotaxi, Roberto Merino.