El condenado durante el juicio en la Audiencia de Valladolid en noviembre del año pasado. Iván Tomé

Valladolid

El Supremo ratifica seis años y medio de prisión por dejar tuerto a otro hombre de un botellazo

El ya condenado por sentencia firme golpeó a la víctima durante las fiestas de Arroyo de 2022, lo que le provocó la pérdida de uno de sus ojos

Álvaro Muñoz

Valladolid

Martes, 14 de octubre 2025, 06:56

Sentencia firme. El Tribunal Supremo ha ratificado los seis años y medio de prisión para Soufian Smires por dejar tuerto a José Fernández después de ... propinarle un golpe con una botella durante las fiestas de Arroyo de la Encomienda, en junio de 2022. De esta forma, rechaza el recurso de casación del ya condenado al considerar que durante el juicio en la Audiencia de Valladolid se realizó «un análisis exhaustivo de la valoración de la prueba». Asimismo, considera que los reconocimientos fotográficos constituyen una «prueba de cargo válida y apta» para desvirtuar la presunción de inocencia.

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Fundamentos de derecho del Tribunal Supremo para ratificar la sentencia de la Audiencia de Valladolid y en los que se hacía hincapié en esos reconocimientos fotográficos. «Cumplieron con los estándares de eficiencia», apuntaban los magistrados de la Sección Segunda hace casi un año.

Antes de los hechos enjuiciados contra Smires, esa misma madrugada de junio de 2022, se produjeron varias peleas en la localidad con varios heridos al que se sumó un nuevo incidente en la peña de la víctima José Fernández. Allí fue lesionado uno de sus amigos y, en el transcurso para que fuera atendido médicamente, se toparon con un grupo de cinco o seis personas (entre ellos Smires). Estos empezaron a gritar «'son esos, son esos'». Fue en ese momento cuando el condenado, con una botella en la mano y «sin que quedase acreditado que la rompiera», amenazó y golpeó a la víctima en un lateral de la cara.

Ese impacto le produjo el estallido ocular derecho, así como fracturas en los huesos de la nariz y del tabique nasal. Desde entonces, José Fernández tiene reconocida una discapacidad del 35%, además de una incapacidad permanente en el grado total para su profesión habitual de camionero. Su mujer, durante el juicio, declaró que su marido había sufrido hasta cuatro intentos autolíticos tras la pelea.

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Durante el juicio, Soufian Smires siempre negó los hechos y reiteró que no golpeó a nadie con una botella, a pesar de que salió corriendo de la zona de la multitudinaria pelea. «Era una cuestión de vida o muerte. Me fui corriendo porque empezaron a volar botellas», declaró en su defensa.

Testigos presenciales

Esa carrera fue seguida por uno de los testigos, que salió tras él tras conocer que habían agredido a un miembro de su peña, si bien fue interceptado por la Guardia Civil, que procedió a la identificación de Smires. «Salí detrás de él porque le vi golpear a gente de la peña, pero no le vi que diera con una botella», incidió este testigo, tenido en cuenta también por el Supremo para resolver el recurso de casación.

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Fue el primero en declarar y tras su versión prosiguieron una ristra de declaraciones de los presentes en los enfrentamientos de esa noche de fiesta en la localidad vallisoletana. De entre todos, uno de ellos reconoció que vio al acusado golpear a la víctima. «No tengo dudas», insistió.

Por su parte, la víctima del golpe destacó que vive un calvario desde entonces al no poder ejercer su labor como camionero. «Sentí el golpe y caí al suelo», prosiguió mientras lamentaba que «he perdido mucho». «Me ha partido la vida a la mitad. Sigo con tratamiento oftalmológico, psiquiátrico y psicológico», concluyó.

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