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Agua, agua y agua. Botellas de dos litros, garrafas de cinco, tanques de diez. Hay agua como para llenar una piscina a la entrada del ... Alimerka en la calle Cigüeña, lo primero que se encuentra el cliente nada más llegar. En el Gadis de la calle Carmelo (en Delicias) también han colocado el agua en un lugar destacado, en una isla en el centro de la tienda, en las cabeceras de varios lineales. En el Lupa de Celtas Cortos faltan las marcas más baratas en el formato de cinco litros y más difícil es abastecerse en el que la misma marca tiene en la calle Cigüeña.
El agua embotellada se ha convertido durante las últimas horas en el producto más demandado de los supermercados… aunque no es lo único que los vallisoletanos han echado de más en su carrito de la compra en este tenebroso inicio de semana. También papel higiénico, compresas, pan de molde. En algunas cadenas había algunas cajas vacías de fruta (por ejemplo, naranjas, bananas o fresones en varios locales de Pajarillos). Pero la distribución alimentaria ha superado con nota las dificultades provocadas por el apagón que este lunes dejó España a oscuras. Y eso que muchos locales tuvieron que cerrar, ante los problemas para atender a los clientes.
«Lógicamente eso ha supuesto pérdidas», asegura Isabel del Amo, la directora de Asucyl, la asociación de supermercados de Castilla y León, que agrupa al 75% de la distribución comercial en Valladolid, bajo el paraguas de las principales cadenas. «El martes ya se había restablecido la normalidad por completo, pero el lunes por la tarde hubo supermercados que tuvieron que cerrar».
Permanecieron abiertos los establecimientos que contaban con grupos electrógenos, pero otros tuvieron que echar la verja ante la imposibilidad, por ejemplo, de pasar los productos por las cajas. En algunos casos, como un Carrefour del paseo de Zorrilla, los dependientes habilitaron una barra junto a la entrada, para impedir la entrada de clientes, y servirles los productos en mano, con pago en efectivo.
«Todavía no hemos cuantificado cuánto supone, pero ha habido que retirar productos (sobre todo congelados, helados y género que depende de la cadena de frío) para garantizar la calidad de lo que se pone a la venta», indica del Amo, quien subraya un factor sustancial. «Los centros logísticos y los almacenes han funcionado con total normalidad. Todos ellos cuentan con generadores», por lo que los víveres no han sufrido problema alguno de conservación.
La apertura de este martes ha sido absolutamente normal, aunque el abastecimiento ha llegado con algo de retraso a supermercados de Ávila, Segovia y León (especialmente Bembibre). De hecho, este martes se ha notado un pequeño incremento en el número de clientes, sobre todo porque, con algunos super cerrados el lunes, no pudieron entonces hacer la compra. Poco después del apagón, los locales que permanecieron abiertos sí que notaron un incremento de ventas de agua, papel higiénico, compresas y pan de molde. Todos se quedaron sin pan. En parte porque no pudieron seguir utilizando los hornos y en parte porque el pan fue el gran aliado en una jornada sin microondas ni vitrocerámicas. La solución, para muchos, fue el bocadillo. Y además, vendieron hielo, mucho hielo que los clientes metieron en el frigo para mantener frías sus provisiones.
Este martes, en los estantes de algunos supermercados, estos eran los productos que más escaseaban, pese a que en todos los casos había posibilidad de llevárselos a casa (aunque fuera con una marca o un formato no deseado). «Siempre hacemos un llamamiento a la tranquilidad. Desde los supermercados insistimos en que el suministro está garantizado. Y eso es algo que el cliente ya sabe. Tenemos la experiencia previa de la covid o de la huelga de transporte, que fueron muy complicadas. Y ya entonces no hubo problemas. La reposición está garantizada. Pero también hay que recordar al consumidor que no hay que ponerse nervioso ni hacer compras compulsivas». Porque eso, el acopio excesivo, es lo que puede generar los problemas puntuales de desabastecimiento.
Desde Mercaolid subrayan que ni ayer ni hoy se vieron afectadas las actividades de venta, lo que ha permitido, por ejemplo, que las fruterías hayan abierto con absoluta normalidad. «El lunes, junto con el miércoles, es el día más importante para recibir la fruta en el mercado, pero el apagón se produjo a las 12:30 horas, cuando ya se habían completado las ventas (mucho más habituales a primera hora de la mañana)», explica Javier Pastor, gerente de Mercaolid, la mayor despensa alimentaria de Valladolid y el lugar desde el que se abastecen las fruterías de barrio. Además, el lunes es una jornada apenas testimonial en la venta de pescado, por lo que este sector no se vio afectado.
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Si el apagón hubiera tenido lugar otro día de la semana o a otra hora del día, tal vez sí que se hubieran registrado problemas en Mercaolid. Afortunadamente, no ha sido así. Esta madrugada (de lunes a martes), con el servicio eléctrico totalmente restablecido, han entrado sin problema los envíos de pescado. También los de fruta (aunque esta del martes es una jornada más tranquila). «Nuestra mayor preocupación era si, cuando se restableciera el suministro, pudiera haber alguna incidencia que afectara a las cámaras. Afortunadamente, no ha sido así», asegura Pastor, quien recuerda que sí que sufrieron incidencias en las áreas de despiece y en las industrias de transformación alimentaria establecidas en Mercaolid.
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