La subasta del solar de Uralita en Valladolid vuelve a quedar desierta

El importante descuento de casi el 65% que se exhibía como reclamo no ha sido suficiente para seducir a ningún inversor. Tampoco el hecho de que los terrenos tengan edificabilidad suficiente (asciende a casi 63.000 metros cuadrados de una extensión total de 149.759) para poner en pie entre 250 y 440 viviendas. Al igual que en 2022, cuando el Consejo General de Procuradores de España quiso venderla por 5 millones, la puja se ha cerrado sin ofertas.

La densidad permitida en este punto del mapa local oscila entre los 40 y los 70 hogares por hectárea, según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital. Ahora bien, se trata de sectores de suelo no consolidado y eso puede suponer un freno para los potenciales promotores inmobiliarios, puesto que su desarrollo requiere una larga y compleja tramitación administrativa previa a que puedan entrar las grúas, que con seguridad llevará varios años.

La ficha de planeamiento cataloga la parcela como de uso mixto residencial-productivo, y de la magnitud de su tamaño da idea el hecho de que el Ayuntamiento de Valladolid obliga a que en su interior haya al menos 1.079 plazas de aparcamiento públicas. Un amplio espacio que albergó las instalaciones de la antigua Uralita hasta su cierre en 2009, cuando operaba como Euronit Cubiertas y Fachadas. La factoría producía piezas de fibrocemento a partir de amianto, una materia prima altamente carcinógena que había sido prohibida por la UE en 2005.

De hecho dos años antes de su desmantelamiento en torno a 130 trabajadores, en su mayoría jóvenes, llevaron a juicio a la empresa por considerar que estaban expuestos a graves riesgos para su salud que ya comenzaban a notarse en forma de enfermedades en los más veteranos. Y tres años después de la clausura la Fiscalía de Valladolid abrió diligencias por delito medioambiental a instancias de la asociación de víctimas y afectados por esa sustancia nociva, que había denunciado que el lugar seguía desprendiendo amianto, si bien el caso terminó archivado en 2014.

La descontaminación del solar culminaría en 2015 y desde entonces está abandonado. Su última propietaria fue Reyal Urbis, compañía que llegó a tener un banco de suelo de 7,8 metros cuadrados de edificabilidad sobre rasante pero terminó quebrando. Dentro del proceso de liquidación de esta inmobiliaria, que está a cargo del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, se ha intentado enajenarlo de nuevo sin éxito.

La Administración Concursal está compuesta por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) y BDO Auditores. Esta última firma encomendó la tarea de desprenderse del activo al Grupo Surus, que lo publicitó a través de su portal Escrapalia. La subasta estuvo activa entre el pasado 25 de marzo y este lunes 5 de mayo sin resultado positivo. «Igual se resubasta a menor precio o no, aún no lo sabemos», apuntan desde esa entidad.

Así las cosas, todo indica que a corto plazo la zona continuará degradándose Cabe recordar que se encuentra adosada a la mayor escombrera de la ciudad, el plan parcial La Florida, que estaba llamado a ser la ampliación del populoso barrio de Delicias pero no ha llegado a desarrollarse. Merced a sus 46,2 hectáreas, fue presentado en 1989 como un emplazamiento idóneo para 1.875 hogares por el Consistorio, que en 1996 los elevaría hasta los 3.200 pese a que aún no se había movido una sola piedra. En 2008 la revisión del PGOU los rebajó a 2.765, sin que hasta el momento se hayan llevado a cabo.