Valladolid

Una senda asfaltada en la avenida de Soria completa 15 años después el carril bici con La Cistérniga

El ciclista desembocaba en una rotonda saturada de tráfico, sin alternativa ni posibilidad alguna de atravesar de forma segura la avenida de Soria y continuar su camino por el corto tramo de carril bici que, al otro lado de la calzada, se dirige hacia La Cistérniga.

Y así, durante quince años. «No teníamos idea de que se iba a llevar a cabo esta actuación, pero todo lo que sea ampliar carriles bici y conectarlos es una buena noticia. Y más si se hace un punto conflictivo como este, que dejaba a los ciclistas en tierra de nadie», asegura Roberto González Trapote, portavoz de la Asamblea Ciclista. La solución alcanzada se comenzó a aplicar la semana pasada, con la extensión de una capa de asfalto sobre la senda de tierra compactada que atraviesa la zona ajardinada que discurre paralela a la avenida de Soria, al lado del polígono de San Cristóbal.

El nuevo tramo asfaltado (y ligeramente sinuoso) se extiende entre las calles Aluminio y Oro, lo que permite conectar con los nuevos carriles bici de estas avenidas y, al mismo, resolver esa situación imposible que se daba desde hace 15 años. Este lunes por la mañana se pintaron las marcas horizontales, después de que la semana pasada se instalara la nueva señalización vertical que recuerda que este camino puede ser utilizado tanto por los ciclistas como por los peatones, muchos de ellos caminantes que aprovechan para dar paseos desde La Cistérniga. De hecho, varios peatones han mostrado su inquietud sobre el hecho de si la nueva señalización da prioridad a la bici en su detrimento.

De este modo, los usuarios de la bici que circulan por allí pueden ahora pedalear por la avenida de Soria desde San Isidro (en la margen izquierda en sentido hacia La Cistérniga) y, a la altura del cruce con la calle Aluminio, atravesar la avenida de Soria para aprovechar este nuevo tramo y continuar hacia esta localidad del alfoz. O en sentido contrario, desde La Cistérniga, transitar por allí y luego cruzar al otro lado de la avenida de Soria para continuar su camino hacia San Isidro en dirección a la capital. De este modo, se hace más seguro el trayecto entre la ciudad y La Cistérniga. Eso sí, desde la Asamblea Ciclista recuerdan que esta seguridad se podría mejorar todavía más con las vallas protectoras (que separaban la calzada de la pista ciclista) y que han sido «recientemente retiradas».

Esta reciente intervención en la zona ajardinada se suma a la ejecución del nuevo carril bici que, desde principios de año, se lleva a cabo entre los números 2 y 22 de la calle Oro. Se trata de un tramo de 460 metros que discurre paralelo a la ronda exterior VA-30 y que también ha incluido nueva acera. La obra está ya, después de cuatro meses de tajo y 239.580 euros de inversión, prácticamente rematada.

El camino hacia La Cistérniga (tanto para bicis como para peatones) continúa por un viejo y pequeño tramo de carril bici que, por debajo del viaducto que salva las rotondas, llega hasta las naves de Porcelanosa. Se trata de una zona, eso sí, que acumula grandes cantidades de basura en las cunetas y márgenes, casi como si se tratara de un pequeño vertedero. Los habituales de este sendero no solo piden la limpieza, sino también la mejora de la iluminación en esta zona.

Esta intervención se suma a la construcción de más carriles bici en el polígono de San Cristóbal, ya que también se ejecutan infraestructuras viales de este tipo en las calles Pirita y Aluminio, con una inversión de 1,6 millones de euros y un total de tres kilómetros de longitud. Con estas acciones se dota «de una banda de circulación segura para los usuarios de la bicicleta» a las dos calles principales del polígono, que hasta ahora carecía de una infraestructura ciclista, «lo que obligaba a una peligrosa coexistencia entre bicicletas, vehículos ligeros y pesados en la calzada», como explicaron desde el Consistorio hace un año, a finales de marzo de 2024, cuando adjudicaron estas obras en las calles Aluminio y Pirita.