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El agente Iván C. pide a una joven que se ponga la mascarilla tras beber su consumición en una terraza. Rodrigo Jiménez

Dos sancionados por no llevar mascarilla en Valladolid el primer día de uso obligatorio

Los agentes se han limitado a informar a los ciudadanos durante estas primeras horas para comenzar a multar los próximos días

Sábado, 18 de julio 2020, 21:16

Ambos son motoristas de la Policía Municipal, si bien los agentes Iván C. y Carlos R., el primero con casi dos décadas de experiencia en el Cuerpo y el segundo con un año de servicio –es de la última promoción–, acuden a la cita con un coche camuflado para ayudar a El Norte de Castilla en su recorrido por Valladolid en el primer día de obligatoriedad de portar mascarilla, de acuerdo con la disposición de la Junta. El punto de partida es la plaza de Zorrilla a las 11:00 horas, cuando el pan y el periódico están ya en casa y los vallisoletanos se disponen a salir a la calle para pasear en una agradable mañana, hacer compras o tomar un café en alguna de las terrazas del centro.

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El dato

  • 2 sanciones impuso la Policía Local (hasta las 21:00 horas del sábado) por no llevar puesta la mascarilla obligatoria.

Iván y Carlos han entrado en el turno de mañana y han estado ya antes circulando con sus motos, comprobando si los vallisoletanos están siendo o no cumplidores con la medida. Ahora lo harán andando por una de las arterias con más flujo de personas de la ciudad, la calle Santiago, aunque no han perdido de vista nada más bajarse del coche en la plaza de Zorrilla a una mujer mayor que va protegida con una pantalla pero sin mascarilla, algo que no está permitido. «No estamos para denunciar, sino para informar y advertir de la obligación de llevar puesta la mascarilla, para que no volvamos a la situación de confinamiento», comenta por su parte el subinspector David A., el jefe de turno, que también se ha acercado a la plaza de Zorrilla unos instantes. «La gente está cumpliendo, solo va a haber que multar a los cuatro de siempre», afirma antes de despedirse.

En el trayecto por la calle Santiago, los agentes miran a izquierda y derecha para comprobar que también en el interior de los comercios se está cumpliendo lo dispuesto y los clientes llevan puesta la mascarilla. Por la calle tampoco tienen que llamar la atención a nadie. Se detienen en la confluencia de las calles Santiago y Constitución y en ese momento dos hombres se les acercan y les preguntan si pueden quitarse la mascarilla para fumar un cigarrillo.

«En estas calles céntricas no es fácil respetar la separación de un metro y medio entre personas, vayan a alguna calle menos concurrida y hagan un aparte para fumar», les responde Carlos, mientras su compañero acaba de advertir a una mujer que iba fumando precisamente y con la mascarilla como un barbuquejo. Le dice lo mismo, que se coloque bien la protección y que vaya por alguna calle con menos tránsito y se detenga donde pueda cumplir con la distancia de seguridad para apurarse el pitillo.

De vuelta en sentido inverso por la calle Santiago, los agentes se convierten por momentos en puntos móviles de información, como cuando una señora les requiere para preguntarles si su madre, con demencia, está obligada a llevar mascarilla. «Es población de riesgo y tiene que llevarla igual, salvo que tenga un certificado médico para no llevarla», le responden al unísono. Y así llegan de nuevo hasta la plaza de Zorrilla, sin ninguna incidencia relevante. Eso sí, antes de montar en el vehículo, Iván cruza hasta el Paseo de Recoletos, donde dos jóvenes se acaban de levantar de desayunar en una terraza y no se han puesto la mascarilla. Un recordatorio basta para que, ipso facto, ambos se coloquen la protección y continúen su camino. Advertir, advertir y advertir. La Policía Local apela a la responsabilidad de los vallisoletanos, no quiere multar. Aunque tampoco les va a temblar la mano a los agentes si tienen que hacerlo.

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Los dos policías locales en el interior del vehículo camuflado. R. J.

El coche camuflado circula por Plaza de España y Duque de la Victoria hasta llegar a Ferrari, donde surge la anécdota. Una madre y su hija pequeña esperan en el semáforo y los agentes le indican a la mujer que se ponga la mascarilla. «Es por la niña, que necesita verme la cara», les espeta la madre. Le salva el que vaya a introducirse ya en su vehículo. Primera ocasión en que los agentes piensan en medidas coercitivas, pero siguen trayecto y se dirigen a la Bajada de la Libertad en dirección hacia el Mercado del Val, donde van a comprobar si también allí se está cumpliendo con la medida. «En los vehículos es obligatorio llevar la mascarilla si los ocupantes no son convivientes», recuerda Iván, que incide en cómo en varias ocasiones se ha detenido a vehículos ocupados por varias personas, normalmente jóvenes, por este motivo.

Detienen el vehículo al lado del Mercado del Val y se nota más presencia de peatones en la calle, como la de un joven que lleva la mascarilla en la muñeca y que asegura a los agentes que no sabía que, desde ayer, es obligatorio llevarla. Advertir antes de multar es el axioma, aunque a estas alturas cueste creer a los que se dicen desinformados. Ya dentro del mercado, normalidad en los puestos y en los bares, salvo dos hombres y dos mujeres que ya han acabado su consumición en torno a una mesa alta y siguen hablando sin la mascarilla puesta. Los agentes les indican que, si ya han terminado sus bebidas, vuelvan a colocarse sus protecciones, antes de salir del recinto y volver a montar en el coche rumbo a las terrazas de enfrente de la Universidad.

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Allí, se dirigen a dos jóvenes y les informan de que 'si bebes, después te tapas', y mientras se ajustan la protección, una de ellas les dice que es socorrista y les pregunta por la obligatoriedad de llevar mascarilla en las piscina. «Es una de las excepciones, pero siempre manteniendo las distancias», le responde Iván mientras 'tira' de móvil para comprobar la normativa. Él y su compañero están teniendo una mañana tranquila. Pero por la noche será otro cantar. «No creo que los compañeros adviertan tanto», aseguran al despedirse.

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