Rueda y Ribera sufren una caída media en las ventas del 40% durante el confinamiento

Tal y como señalan los consejos reguladores de Ribera del Duero y Rueda, la evolución del sector ha sido muy desigual porque aquellas bodegas que trabajan con grandes superficies en la alimentación incluso han podido ver aumentados los beneficios, mientras que las que tienen en la hostelería sus principales clientes todavía no ha notado la reapertura de los negocios.

Si se analiza la entrega de contraetiquetas en la DO Rueda, se ve que aumentó el 6% a finales de marzo, en abril descendió el 10% y a 31 de mayo la bajada fue del 15%. Pero es que los verdejos ya tenían que encontrarse en las terrazas de toda España desde el mes de marzo, justo cuando se decretó el confinamiento. El 65% de las ventas de los vinos de Rueda depende del canal la hostelería y durante estas semanas ha desaparecido», reconoce Santiago Mora, director general del Consejo Regulador, aunque da una noticia positiva: «hemos crecido el 66% en la canal de alimentación por el consumo doméstico».

Aún así, «lo que hemos perdido en el canal horeca no se ha recuperado ni en la alimentación ni en las ventas online», se lamenta la presidenta de la DO Rueda, Carmen San Martín Gutiérrez. Esta comarca vitivinícola depende casi en exclusiva del mercado nacional, ya que solo exporta el 15% de sus vinos, por lo que el parón en el turismo y la ausencia de celebraciones también han influido de manera destacada en la bajada de las ventas.

La presidenta recuerda que el sector es muy variopinto, de manera que hay bodegas que no exportan nada mientras que otras dedican el 85% de sus vinos a las ventas externas. Algo que también sucede en la Denominación de Origen Ribera del Duero, que exporta el 20% de su producción y donde las ventas han caído el 40% en marzo, abril y mayo.

A finales de mayo, el descenso en la comercialización de la DO Cigales era del 25% respecto al mismo periodo del año anterior, a pesar de que han subido las ventas en las grandes superficies y en tiendas especializadas. Una comarca en las que las bodegas sí que han visto incrementados los pedidos con la apertura de la hostelería, según asegura su presidente, Julio Valles. La DO Cigales exporta un escaso 5% de sus referencias, por lo que también está a expensas de la recuperación del consumo nacional. Valles confía en el futuro inmediato porque «los pedidos de agosto y septiembre parecen asegurados».

En el caso de la DO Toro, la disminución de las ventas ha sido del 3% gracias a que las exportaciones se sitúan entre el 38 y el 40% y «no se han parado durante el confinamiento», se congratula su presidente, Felipe Nalda. La hostelería tiene un peso de entre el 40 y el 60% para las bodegas de la DO Toro.

En la DO Bierzo, las ventas han bajado cerca del 10%, aunque el mercado se está recuperando, según destaca su presidenta, Misericordia Bello.

Respecto a las medidas extraordinarias de 90,5 millones de euros aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis causada por la pandemia del coronavirus en el sector del vino, los consejos reguladores piensan que son «insuficientes». La presidenta de la DO Rueda opina que «se tenían que haber territorializado, porque cada comunidad autónoma tiene sus peculiaridades». Al mismo tiempo, recuerda que «es un sector muy profesionalizado y tenían que ayudar más a las bodegas porque, si sobreviven las empresas, sobrevivirán los viticultores».

Mientras tanto, la organización agraria UPA recomienda a los viticultores que negocien «precios rentables» con las bodegas antes de acogerse a la subvención por la vendimia en verde. Por su parte, Asaja Valladolid considera que «la prohibición del riego debe ser una de las medidas necesarias para el control o limitación de las producciones en la Denominación de Origen Rueda».