Valladolid

Un rompecabezas de 500 piezas metálicas coronará la futura plaza León de la Riva

El inicio de los trabajos como tal para construir la geoda, como se llamó y como fue bautizada en origen la propia plaza, aunque sin llegar a plasmarse tal denominación de manera oficial -a falta de la placa recibirá el nombre de León de la Riva-, se remonta a mediados del pasado julio, cuando los operarios -la obra ha sido adjudicada a Zarzuela y las piezas metálicas proceden de los talleres Ferreras de La Cistérniga- insertaron en el terreno los cimientos que sustentarán la estructura metálica al borde del riachuelo artificial y del parque de la plazoleta inaugurada, sin geoda, en octubre del año pasado y que linda con el paseo del Arco de Ladrillo y las calles Guadalajara, Boston y Adolfo Suárez.

Y así se quedó. Las barras metálicas marcaban desde entonces simplemente el perímetro de la cúpula, que se levantará sobre un soporte con un diámetro de 10,41 metros en el que este martes (17 de septiembre) han comenzado a trabajar los obreros para levantar la primera corona de las tres que conformarán la cúpula.

El plazo inicial de ejecución de los trabajos -a contar, en principio, desde julio- era de seis meses, si bien los obreros estiman en dos el montaje del mecano de piezas, es decir, que si todo va bien la cúpula estará lista antes de que acabe el año y podrá abrirse a su uso como escenario al aire libre y refugio de sombra, a lo sumo, a comienzos de 2025. La geoda en cuestión, que albergará un pequeño escenario con lamas para protegerlo de la lluvia, ha supuesto una inversión de 649.362 euros (IVA incluido).

Este elemento decorativo viene a rematar la urbanización de la plaza, a falta de la colocación de la placa con su nombre definitivo -'Alcalde Francisco Javier León de la Riva', según apuntó el actual regidor-, un cuarto de siglo después de la presentación oficial, el 27 de abril de 1999, del proyecto de reconversión de los antiguos terrenos industriales de Renault, Campsa, Autógena Martínez.... en un flamante nuevo barrio bautizado como Ciudad de la Comunicación.

Este puzle gigante de metal galvanizado estará conformado por la friolera de más de medio millar de piezas para ensamblar los 45 triángulos que componen la estructura -un soporte soldado de fábrica y seis barras atornilladas encima-, que dibujarán formas trapezoidales en su interior en torno a un pequeño triángulo central. Todos ellas compondrán una estructura de 10,41 metros de diámetro y 13 metros de altura en su punto central en la que se dibujarán pentágonos y hexágonos en las uniones de los triángulos.

Para montar este descomunal mecano de barras metálicas atornilladas entre sí ha sido necesario dividir la operación en tres fases. En la primera, que acaba de comenzar, los obreros están montando el primer anillo, el que coronará la cúpula, de cinco triángulos y que formarán un pentágono en su punto central. Hoy mismo, de hecho, han montado el primero de estos triángulos, compuestos por un soporte con piezas soldadas sobre las que van a atornilladas las seis piezas sueltas. Este modelo, formado por «triángulos compuestos por perfiles huecos acabados en caliente de tipo cuadrado mediante el empleo de uniones atornilladas en sus piezas interiores», según reza la descripción del proyecto, será el que conforme las dos coronas restantes: la intermedia contendrá 15 triángulos y la de cota cero se compondrá de 25.

Estas tres coronas, de 45 triángulos, se superpondrán y unirán en las distintas fases hasta formar la cúpula geodésica situada junto a los juegos infantiles y el riachuelo artificial de la futura plaza Alcalde Francisco Javier León de la Riva. Esta suerte de escenario al aire libre y espacio de sombra, cuyas piezas han sido sometidos a un proceso de galvanización para garantizar su durabilidad, solo contará con un espacio cubierto por lamas sobre el escenario situado en el extremo norte de su interior, al que se subirá por una escalinata y una rampa para personas con movilidad reducida en sus laterales.

Nada menos que 25 años han sido necesarios para que la Ciudad de la Comunicación muestre por fin el diseño proyectado en aquel lejano mes de abril de 1999, cuando sus trece hectáreas encajada entre Arco de Ladrillo y la vía de Ariza -destinada a desaparecer en el primer semestre de 2025- eran aún terrenos industriales que languidecían. Aún pasarían tres años para que comenzaran los derribos de las viejas naves industriales (2002), algunos más que se dibujarán sus calles (se abrieron en 2007) y muchos más de parón a partir de la crisis del ladrillo en torno al año 2008, cuando se paralizaron las obras de muchas de sus torres residenciales. Por el camino se quedaron un centro comercial (Scena) y un museo del cine.

Todo eso es historia. El reciente impulso de la construcción ha completado prácticamente el espacio residencial del barrio, que alberga cerca de novecientas viviendas, en su mayoría ya habitadas o en vías de estarlo -dos promociones están en la fase final de las obras-. Eso además de contar con el edificio administrativo de la Tesorería de la Seguridad Social y con los primeros negocios de hostelería y comercio ocupando los bajos de los bloques de pisos. Y el barrio espera aún la llegada de la nueva sede territorial de RTVE, con el proyecto y la inversión ya aprobadas (4,1 millones de euros), aunque sin fecha de ejecución, para levantar un edificio de tres plantas entre las calles Boston y Adolfo Suárez, con vistas precisamente a la geoda que coronará el corazón de la Ciudad de la Comunicación a finales del presente año o principios del que viene.