El Ribera de Castilla recuerda al «vitalista» Yosu Goicoechea, su profesor fallecido a los 53 años

«No he tenido la suerte de conocerle. Cogió la baja el año pasado y yo dirijo el instituto desde este curso, pero la gente en el centro le tenía mucho cariño». Roberto Sánchez, director del instituto de Educación Secundaria Ribera de Castilla, da cuenta de la red de afectos que dejó trenzada Yosu Goicoechea Torres en su paso por las aulas donde impartió la docencia hasta que una leucemia acabó con su vida el pasado 23 de abril.

La comunidad educativa del centro ubicado en el barrio de la Rondilla colgó en Twitter sus condolencias: «Queremos enviar un fuerte abrazo a la familia de nuestro querido compañero, profesor de Historia, Jesús Goicoechea. Siempre recordaremos tu positivismo y buen humor».

Marisa Cuevas, jefa de estudios del centro, cuenta que su trato con él fue breve al apartarlo la enfermedad de la docencia, aunque suficiente para apreciar que «era agradable con los compañeros, tenía buena relación con los chicos; llevaba a los de segundo de Bachillerato y le apreciaban. Cuando le detectaron la enfermedad, lejos de hundirse se mostraba animado y positivo, admiraba ver su capacidad para tener buen ánimo en unas circunstancias que a la mayoría le hundirían», aprecia. «No perdió el buen humor y seguía haciendo bromas».

En esos márgenes de la afabilidad cotidiana le sitúa también Miguel Ángel Iglesias, profesor de Economía en el Ribera de Castilla. «Era un tío estupendo, los chavales le querían un montón y nos preguntaron varias veces que cuándo volvería para darles clase. Amable y positivo, así se le recuerda».

En paralelo a la enseñanza, Yosu Goicoechea desempeñó la representación sindical, bregándose en un entorno reivindicativo de reuniones y debates en el que también participó Pedro Escolar, de STEs. «Cuando él llegó al instituto yo ya me iba por la jubilación, así que le recuerdo como una persona de trato agradable. Tengo su imagen acompañando a la concejala Victoria Soto en las mesas sectoriales de Educación».

En UGT fue durante varios años secretario de organización de Enseñanza de CyL y tampoco olvidan el contacto de muchos años con quien definen como «un tipo sano, siempre alegre, vitalista, con ganas de vivir y que nos dejó una huella imborrable».

Desde hace dos decenios conocía al fallecido Roberto Arroyo, secretario de Formación e Igualdad de la Federación de Servicios Públicos de UGT Valladolid, a quien nunca dejaba de sorprender «la templanza» que transmitía en las mesas educativas de negociación. «Yosu era supertranquilo, con un carácter buenísimo, muy dialogante, intentando mediar siempre para solucionar los temas».

De vuelta a las reacciones en su centro docente, algunos alumnos han pedido a la dirección del IES Ribera de Castilla honrar la memoria del profesor fallecido con algún acto que evoque su paso por sus aulas.

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