Retiran los cargos a dos acusados de secuestro tras ausentarse los denunciantes en el juicio
La fiscal, además de eliminar el delito de detención ilegal, rebaja la petición de penas a un año a cada uno por extorsión y amenazas
Ion Sali y Remus Micic, de nacionalidad rumana, se enfrentaban a siete años y siete meses de cárcel por delitos de extorsión en grado de ... tentativa, detención ilegal, amenazas y maltrato y este martes en la Audiencia de Valladolid han pactado penas de un año. Así ha sido después de que denunciantes y testigos, en total cinco personas, no se hayan presentado por segunda vez al juicio, lo que ha propiciado que la fiscal modificara las peticiones y eliminara, principalmente, el delito de detención ilegal por el que pedía cinco años de prisión a cada uno de los acusados.
Un cambio en el escrito en el que también se ha reducido la petición en los delitos de extorsión, amenazas y maltrato, por lo que Ion Sali y Remus Micic han aceptado un año y un día de prisión tras reconocer los hechos, así como dos meses de multa a razón de cuatro euros por día. Inicialmente se pedían dos años y siete meses por estos mismos delitos.
La incomparecencia de los denunciantes y de los testigos ha servido también para que la fiscal solicitara ante la Sala la deducción de testimonio por obstrucción a la justicia tras no presentarse los mismos por segunda vez, tras la ausencia injustificada del 19 de enero de este año.
Tasa de protección
Los hechos de estos delitos ocurrieron en la mañana del 27 de enero de 2021, cuando Sali y Micic acudieron al bar La Fragua de La Seca en el que se encontraba Salvator Elvis Butica. Según el escrito del Ministerio Público, Sali comenzó a hablar con él, exigiéndole el pago de la denominada 'tasa de protección' (entre 2.000 y 3.000 euros), que se «le debía desde hace dos o tres meses», al ser el padre de Salvator el titular desde hace seis años de una empresa de servicios agrícolas, sector en el que también se desenvuelve la familia de Micic.
Al negarse al pago, Sali y Micic, con antecedentes penales por delitos de falsedad y contra la seguridad vial, introdujeron a Salvator en la parte trasera de un vehículo para emprender dirección Valladolid. Al llegar a un camino a las afueras de La Seca, los tres ocupantes se bajaron del coche, comenzando los acusados a «golpear repetidamente a Salvator, recriminándole no pagarles el dinero y al mismo tiempo que Sali esgrimía una navaja sin abrirla y le decía que ese día no le iba a pegar con ella, pero que si no pagaba se iba a llevar a los niños de su familia.
El extorsionado figuró en el inicio del proceso como acusación particular
Denunció, se personó como acusación particular y desapareció del proceso judicial. Salvador Elvis Butica, supuesta víctima de un secuestro y extorsión en La Seca, inició la vía judicial, pero meses antes de que llegara la primera fecha fijada para el juicio, el 19 de enero de este año, se apartó de la causa como acusación particular. El juicio ya estaba señalado tras los hechos del 27 de enero de 2021, pero no se presentó a la vista oral en la Audiencia de Valladolid. Ahora, la historia se repite y Salvator, y otros cuatro testigos, se podrían enfrentar a otro delito por obstrucción a la justicia.
Salvator, quien no sufrió lesiones, afirmó que iba a abonar esa cantidad, por lo que los tres volvieron al mismo negocio hostelero de La Seca donde se mantuvo el primer encuentro. Tras estos hechos, Salvator habló con su padre y decidieron presentar denuncia.
Dos horas de ese momento, Ion Sali telefoneó a Salvator y le dijo que «si llamaba a la Guardia Civil le iba a cortar el cuello a él y a su familia»
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