Wamba: donde la sana convivencia es prioridad
Los equipos de gobierno de Wamba se han esforzado por mejorar cualitativa y cuantitativamente los servicios a los vecinos para convertir el municipio en un lugar mejor donde vivir
El regidor, José Luis Álvarez del Caño, es todo un clásico. Es a la política municipal de Wamba lo que el pasodoble a una verbena: imprescindible. La primera vez que concurrió a unas elecciones, fue en 1983. Salió como concejal. Aquello de trabajar por su pueblo le enganchó tanto que tomó el timón de la Alcaldía en 1995. Desde entonces ha gobernado durante 24 años, en dos periodos diferentes (de 1995 a 2003 y de 2007 a la actualidad) y siempre se ha caracterizado por el respeto y lealtad hacia sus vecinos. Para él, lo primordial es el bienestar de su gente, por eso, siempre se ha rodeado de equipos de trabajo comprometidos e ilusionados, que han apostado por situar a las personas como eje central de su acción de gobierno, llevando a cabo acciones inclusivas y cohesionadoras. Todo por una mejor convivencia. En todos los sentidos.
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Han sido muchos y muy importantes los proyectos llevados a cabo en estos años, como la restauración de las pinturas mozárabes en la iglesia de Santa María, la construcción de la Casa de Cultura y de una pista de pádel, la creación del parque Pablo Vicente y del Paseo de Kike, la remodelación de la Casa Consistorial y otras obras no tan visibles, pero fundamentales, como la renovación de la red de abastecimiento y el pavimentado del casco urbano, llevados a cabo a lo largo de varios mandatos. Pero si de algo se siente orgulloso Álvarez del Caño, es de la instalación de una gran marquesina en la Plaza del Corralón. Un proyecto que sobre plano no entusiasmaba a los wambeños y que, sin embargo, con los años, ha convertido esa plaza en el punto neurálgico del pueblo. Esa marquesina da sombra y cobijo en muchas de las actividades organizadas en Wamba.
Otra gran obra llevada a cabo fue la construcción de la glorieta del Rey Wamba junto a la carretera, que fue inaugurada en 2009 y que está presidida por una imponente escultura del escultor Lorenzo Duque. Allí se celebran importantes acontecimientos sociales y culturales del pueblo, como la imposición de la pañoleta de las fiestas a este monarca pétreo, que marca cada año el inicio de las fiestas patronales.
Una de las grandes preocupaciones del alcalde wambeño ha sido la conservación de su gran joya monumental, la iglesia mozárabe del siglo X. Han sido años de un largo peregrinaje de institución en institución para conseguir las ayudas necesarias para reparar los desperfectos de su cubierta. Lo logró recientemente. Ahora, su próximo reto, en el que lleva trabajando desde 2008, es la puesta en marcha de un centro de interpretación del mozárabe que, a buen seguro, será un revulsivo turístico y cultural para el municipio y para la comarca. De cara al próximo mandato se ha propuesto también la consecución de una infraestructura de telecomunicaciones que proporcione una mejor cobertura móvil, de internet y televisión. Eso hará de Wamba un mejor lugar en el que vivir.
