Valladolid

Villanubla retorna en el tiempo hasta 1923

Una vez más, los vecinos y quintos de este año dieron buena muestra de su participación y entusiasmo con este gran evento. Más de 400 figurantes asumieron los roles de antiguos artesanos y comerciantes, que ataviados con trajes de época y utilizando herramientas y técnicas auténticas, recrearon oficios, que en su mayoría, se han perdido en la corriente del tiempo.

Las bolilleras, delicadas y meticulosas, trabajaban con destreza para crear encajes exquisitos, mientras que los panaderos amasaban y horneaban el pan con recetas centenarias. Los zapateros arreglaban las desgastadas suelas de los zapatos, exhibiendo una forma de hacer ya en desuso en nuestros tiempos. Los boticarios mezclaban hierbas y remedios tradicionales ante la atenta mirada del público. También estaba el vareador de lana, los maestros de escuela, el cantero, el adobero y muchos paseantes que dieron vida a personajes de antaño, como el cura con su sotana, la guardia civil presumiendo de tricornio, doncellas, amas de cría y un gran número de soldados.

El numeroso público que se congregó en la localidad, pudo disfrutar también de los mejores lazos del repertorio local de paloteo con el grupo de danzas Tres Fuentes. Esta Feria de los Oficios sirvió para dar el pistoletazo de salida a las actividades organizadas con motivo de las fiestas patronales en honor a la Virgen de Gracia, que se prolongarán hasta el próximo 10 de septiembre. «Los nublenses, en un acto de voluntariado, se visten con ropa antiguas y sacan a la calle, en diferentes mostradores, útiles o herramientas con los que se realizaban aquellos trabajos artesanos. A pesar de las nubes el evento se pudo realizar sin lluvia. La asistencia de gente de pueblos de alrededor y de la capital fue muy grande, lo que nos permitió ver la calle Mayor repleta de público», señaló Pablo Miranda, alcalde del municipio y que iba caracterizado como alcalde de la época.