Valladolid
El secreto de Luisa para cumplir 100 años: «No anticiparse a nada, leer mucho y comer poco»Familiares y amigos se reúnen en Campaspero, la localidad natal de la nueva centenaria, para festejar su cumpleaños
Acaba de cumplir 100 años y, la verdad, cuesta creerlo cuando uno mira a Luisa García, una entrañable mujer que llega al siglo de vida ... con energía, chispa y agradecida por poder compartir con una familia muy unida todas sus vivencias y recuerdos. El pasado martes, fue la gran protagonista y sopló las velas rodeada de los suyos, al igual que lo hace este sábado. Doble celebración para una ocasión tan especial. Con su peinado impecable esta coqueta vecina de Campaspero responde muy humilde a la pregunta estrella sobre cuál es el secreto para llegar tan bien a tan avanzada edad. «Nada en especial, simplemente no sufrir por nada que no haya pasado, cuando han venido las cosas se han ido afrontando y punto. Eso sí, he sido una grandísima lectora y de comer, bien poco», asegura.
Nació en Campaspero un caluroso miércoles 19 de agosto de 1925 y vivió junto a sus padres y sus tres hermanos en la casa parroquial. Lo mejor de su infancia transcurría entre su casa y la escuela, Luisa se perdía por los libros. «Siempre me ha encantado leer poesía y también teatro clásico, además he participado en muchas obras y me encanta ir a verla». De hecho, la última vez que fue al Zorrilla fue a sus 99 años con su nieto Felipe y salió encantada. Disfruta con las pequeñas cosas, como ir a museos y le entusiasma estar rodeada de lo suyos y de sus amistades.
Luisa ha llevado una vida muy tranquila junto a su marido y sus cuatro hijos ha sido feliz entre bordados, labores y un negocio de droguería en Valladolid y quizá la clave de su longevidad esté en su equilibrado carácter. Se mudó de Campaspero a Valladolid en los años 60, pero vuelve cada verano al pueblo desde hace décadas. «Es un momento que me gusta mucho, vienen las vecinas a verme, lo pasamos muy bien. Me quieren y yo les quiero mucho», admite Luisa 'la de Carro', en alusión al apellido de su padre Joaquín y como le conocen en el pueblo donde la mayoría son García o Hernando.
Esta centenaria mujer tiene una memoria que despierta envidia a cualquiera y es por eso que Marta, una de sus cuatro hijos, lleva años grabando a su madre y preparando unas memorias que plasmen por escrito toda su vida. Pronto las páginas en las que Luisa recuerda vivencias desde que tiene memoria (y etapas históricas no le faltan, porque nació bajo la dictadura de Primero de Rivera y ha vivido la II República, la Guerra Civil, la posguerra, la dictadura franquista, y la democracia) estarán listas en forma de un regalo que jamás olvidará.
Sus días de verano transcurren tranquilos para esta longeva mujer que no ha tomado medicación alguna hasta los 82 años y que mantiene en forma su memoria entre puzzles y mandalas. «Ahora le cuesta un poco más leer como lo hacía antes y así está muy entretenida», dice su hija María Luisa. Nunca ha tenido pereza para viajar y ha conocido todas las ciudades donde ha vivido su familia; Valencia, Murcia, Madrid, Zaragoza, pero sus «mejores viajes» han sido Roma, Jerusalén, Fátima y Lourdes.
Esa curiosidad viajera se extiende a su día a día, porque le gusta estar al tanto de lo que le rodea, «no solo en Campaspero y Valladolid, también de lo que pasa en España y en el mundo», asegura. Estar al día de todo, le permite algo que le encanta «la conversación, con los míos en casa, esas sobremesas que tenemos cuando nos juntamos, hablando, escuchando...».
Y precisamente, este sábado Luisa ha tenido la sobremesa más especial que recuerda en mucho tiempo, pues desde hace un año todo el mundo tenía reservado este 23 de agosto para darle una gran sorpresa «que no se imaginaba» y celebrar con ella esos tan bien llevados cien años. Han logrado reunirse en el pueblo que la vio nacer hace un siglo unas 75 personas -entre hijos, nietos, sobrinos, amigos, vecinos y allegados- eso sí, Luisa hace uso de su buen humor cuando dice en alto el deseo que le pide a su recién estrenada edad. «Que todos estén bien y que me den algún bisnieto, que va siendo hora».
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