Saelices de Mayorga: «Seguiremos luchando y trabajando por conservar nuestro patrimonio»
Especial Municipalismo. El patrimonio de Castilla y Leónd ·
«Gobernar el municipio lo entendemos como un servicio a nuestro vecinos»El paso de los siglos ha hecho que en la zona norte de la provincia vallisoletana, en pleno corazón de la comarca de Tierra de Campos, la despoblación haya arraigado de tal manera que lo que otrora fueron pueblos con niños corriendo por sus calles, con escuela, en definitiva con vida y savia nueva, ahora mismo se hayan convertido en un espacio donde el silencio cada vez campa más a sus anchas.
Pero esos espacios son nuestros espacios. Esos pueblos son nuestros pueblos. Con sus calles, sus edificios, sus iglesias, sus hogares, sus naves agrícolas, sus palomares... En esos pueblos nacimos y en esos pueblos vivimos. Y queremos que el patrimonio histórico y artístico que heredamos de nuestros padres y abuelos, y a la vez ellos de sus padres y sus abuelos, pasen a las generaciones venideras en tan perfecto estado como el que siempre tuvieron gracias al desvelo de muchísimas personas que, generación tras generación, han luchado porque ese patrimonio, orgullo de Saelices de Mayorga, siga siendo una referencia en estos campos de Castilla que tanto bien han hecho siempre a la sociedad española, aunque solo sea por el cereal del que la surten y que cada año crece en sus tierras infinitas de labor.
Desde que llegamos al Ayuntamiento hace ahora cinco años, nos marcamos el objetivo de que todo lo que pudiésemos mejorar en Saelices, lo mejoraríamos. Y en ello estamos. Entendemos desde la Corporación la tarea de gobernar el municipio como un servicio especial a nuestros convecinos. Es verdad que sin ellos, nada merecería la pena. Y por ellos, por su empuje y su bienestar, trabajamos cada día de cada mes de cada año de los cuatro de cada mandato. Ahí radica nuestra voluntad de continuar luchando y de seguir trabajando por el patrimonio local, ese que heredamos de nuestros padres y que luce en Saelices de Mayorga como muestra del orgullo de todo un pueblo por mantener vivas sus raíces.