Valladolid
El dueño de la vaca fugada: «No había una línea clara para disparar el dardo tranquilizante»El sacrificio del animal, de 300 kilos y «mucha cornamenta» fue «por seguridad», ya que se acercaba a la A-62, explica Juan Celador Zurdo
Las veintidós horas de búsqueda y seguimiento de la vaca brava que se dio a la fuga en las fiestas de Arroyo de la Encomienda ... terminaron pasadas las 10:00 de este domingo 4 de mayo con el animal de dos años, trescientos kilos y «mucha cornamenta» sacrificado «por seguridad». Así lo explica Juan Celador Zurdo, uno de los propietarios de la ganadería a la que pertenecía el animal, quien recalca que la conducta «imprevisible» de la res obligó a tomar esa decisión, «que siempre tratamos de evitar», ya que supone un «gran perjuicio» para todos.
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«Diría que es muy difícil que la vaquilla embista, si está tranquila tú pasas por su lado y no hace nada. El problema está en que si se siente acorralada o perseguida ataque, pero por propia defensa propia», señala. Y precisamente por este carácter apaciguado del animal y por la orografía del terreno fue complicada la búsqueda, en una zona con maleza y «visibilidad nula», con hierbas que miden «hasta 30 centímetros más que de normal» y con desniveles por el cauce del río de hasta ocho metros. «Nosotros podíamos pasar a un metro de la vaca, que si estaba tumbada entre las hierbas y no se mueve no la habríamos visto», detalla el ganadero.
Su primera parada fue en Pesqueruela, donde «unas pisadas que bajaban al río» permitieron seguir el rastro unos metros. Unas horas más tarde y después de «golpear el coche de Protección Civil», se volvió a tener una pista de la res, que emprendió su huida hacia el río, algo que «tranquilizó» a los responsables de la ganadería, que también participaron en la búsqueda, al «estar aislada y lejos de causar problemas». La sorpresa llegó a las 01:15, cuando desde la Comandancia se notificó que había sido avistada en la plaza de toros de Simancas, situada a escasos metros de la A-62. Desde ahí siguió a la fuga por el río hasta llegar a la altura de Geria, municipio donde ha sido localizada, sobre las 09:20 horas, por un helicóptero en una zona de «muy difícil acceso a pie».
«No existían las condiciones idóneas para dormir al animal y fallar en eso podía ser mucho peor», subraya Juan Celador Zurdo. Según explica, los dardos tranquilizantes «escupen» la medicina al tocar, rozar o impactar contra un objeto, y «al ser una zona con tanta vegetación y estar tan oculta no había una línea de disparo clara y se podía perder la medicina por el camino y haber provocado que el animal emprendiera la huida de nuevo». Otro de los «riesgos» es que si «alcanzas al animal de refilón» este pueda huir, perderle la pista y caer dormido en una zona desconocida hasta que pasadas 24 horas volviera a despertar, «y esto supone perder un día de búsqueda porque quedaría oculta y encima a ver cuando despierte dónde aparece. No le deseo a nadie tener un animal bravo perdido sin saber dónde está o qué daños puede ocasionar».
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La mayor premisa era «evitar un accidente de tráfico en el que podía haber varios coches implicados y muchas vidas en juego». «Cuando me dijeron que la habían vuelto a ver en la autovía, me asusté. Además, la A-62 tiene mucho tráfico, por eso en cuanto la hemos vuelto a localizar, hemos decidido actuar así antes de que se volviera a escapar y se metiera entre los coches», afirma.
«La gente piensa que yo he salido ganando y es todo lo contrario. Nadie quiere matar a un animal, tengo que contar los gastos de la búsqueda y al no haberla capturado viva no puede ir al matadero. Pero mejor esto -unos 600 euros de pérdidas-, que vidas humanas; tengo la conciencia tranquila», confiesa Juan Celador Zurdo.
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En su recorrido desde que escapó por una talanquera a las 12:30 horas del sábado 3 de mayo, se sabe que la res se cruzó con un ciclista y varios pescadores, «sin que haya que lamentar daños personales ni materiales».
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