Cuando la mesa familiar se tiene que instalar en un campo de fútbol
La familia Puerta Alonso se reúne a 118 de sus 205 miembros para celebrar cómo su árbol genealógico sigue creciendo sin parar
Hay familias grandes, familias muy grandes… y luego está la de los Puerta Alonso. Este viernes, en Torrelobatón, se reunieron 118 miembros de esta gran ... saga que comenzó hace casi un siglo con el matrimonio de Teógenes Puerta y María de las Candelas Alonso. Ambos procedían de familias numerosas y se dieron el «sí, quiero» el 12 de mayo de 1928, sin imaginar que acabarían fundando una auténtica dinastía de 17 hijos (13 de ellos llegaron a la edad adulta), 46 nietos, 69 biznietos y 14 tataranietos… y alguno más en camino. Una cifra que convierte cualquier comida familiar en un auténtico evento multitudinario.
Contando a las parejas de cada uno de los descendientes, esta gran saga está formada por un total de 205 miembros, que aumentan de día en día. La última incorporación a la familia, Martina, nació este pasado domingo. Sin embargo, el hecho de organizar esta gran quedada en pleno puente de agosto, ha impedido que todos pudieran estar presentes.
Fue una jornada que estuvo plagada de recuerdos, anécdotas y muchas risas. La cita comenzó a media mañana, con una misa en la iglesia de Santa María. Durante la ceremonia hubo recuerdos emocionados para los abuelos y para todos los que ya no están. «Esta fiesta también va por ellos», dijo Pili Sánchez Puerta, una de las nietas. «Desde nuestra última reunión en 2016 hemos perdido a 7 familiares. Sin embargo, afortunadamente, son muchos más los que nacen o los que se casan y se suman a la familia», añade.
Al ser tantos, era imposible juntarse en una casa, así que escogieron el campo de fútbol municipal para disfrutar de una gigantesca paella de confraternidad. La tarde estuvo repleta de actividades, juegos de brisca y un gran karaoke.
Anécdotas que sólo pueden pasar en una familia así
No era fácil sacar adelante una casa con tantos miembros. Teógenes, labrador, ganadero y alcalde de Torrelobatón durante más de una década, y María de las Candelas, mujer callada, generosa y profundamente religiosa, criaron a todos sus hijos con trabajo, organización y mucha mano izquierda. Tanto, que en los años cincuenta del siglo pasado, recibieron el premio provincial a la natalidad… ¡dos veces! «Nos dieron 30.000 pesetas cada vez y una medalla para mi padre. Parte del dinero se destinó a comprar una imagen de San José para la iglesia», recuerda Lauri Puerta, una de las hijas. Su casa, dicen, siempre estaba llena de hijos, de comida, de vecinos, de obreros… y de embutidos colgados en el techo. «Siempre había mucho que hacer. Hacíamos mucho queso, unas perolas enormes de cocido y continuamente teníamos que estar sacando agua del pozo. Lavar la ropa era lo más tedioso, pero estábamos bien organizados para hacer cada uno las tareas que más nos gustaban. Entonces no había calefacción y nos íbamos juntando a la lumbre por turnos», cuenta.
Entre los Puerta hay parentescos casi imposibles. Leonor, la primogénita de Teógenes y María de las Candelas, con 96 años, no pudo acudir por problemas de salud es a la vez cuñada y tía política de Montserrat así que, para sus hijos, ella es tía y prima al mismo tiempo. Y en el caso de Raquel, su padre, su hermano y su marido, comparten el mismo nombre y apellido: Julián Puerta.
Begoña Luengo Puerta, llegada desde Santurce, fue una de las organizadoras de esta gran cita. «Hemos hecho otras quedadas en 2009, 2012 y 2016. En la última éramos 180 miembros. Desde entonces hemos crecido en más de 25. Juntarnos es algo que nos hace muchísima ilusión, pero es muy complicado. Nos hemos repartido las tareas. Unos han organizado la comida, otros la misa, otros han puesto sombra… Ser tantos de familia requiere una gran logística», explica. «Ni siquiera en las bodas y bautizos podemos juntarnos todos. Es inviable invitar a tanta gente, así que tenemos una norma no escrita en la que solemos invitar a dos personas por cada familia. Y en el caso de que en esa casa haya algún padrino o madrina, entonces se invita a todos», explica Pili Sánchez Puerta.
«¿Para cuándo la próxima?». Esa fue la pregunta más repetida de la jornada. Nadie supo responder, pero todos coincidieron en que la lista de asistentes seguro que será más larga todavía. Y en la familia Puerta, eso no es un decir.
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