Toro de la Vega 2025
Madrugones, nervios y mucha expectación para ver a 'Saltavallas'Vecinos, peñistas y aficionados de Tordesillas llenaban la zona de San Antolín para disfrutar de la salida del Toro de la Vega
Los hay madrugadores y luego están los aficionados al Toro de la Vega. Gente cogiendo sitio desde antes de las siete de la mañana para ... asegurar las mejores vistas de la salida del Toro de la Vega, desde el cajón que se sitúa en la calle San Antolín de Tordesillas. Aunque el festejo que supone el momento álgido de las fiestas de la Virgen de la Guía y de la Peña no empieza hasta las once de la mañana a los aficionados a esta tradición no les importa pasar varias horas a la espera aunque el disfrute de ver al animal dure solo unos segundos. «Es que es algo muy nuestro, no sé cómo explicarlo pero hay pasión por esto. Nosotros llevamos cincuenta años viniendo a verlo», dice un matrimonio de jubilados que ha cogido buen sitio en el vallado del Palacio Alto.
Publicidad
La reina Juana I (en forma de estatua) ha estado acompañada por cientos de asistentes de todas las edades, porque en la mañana de este martes se mezclaban los que se acababan de despertar con la chavalería que decidía alargar el disfrute. «Después de ver pasar al toro ya sí nos iremos a dormir», dice una de las veinteañeras integrantes de la peña el Kiebro.
Al irse acercando el momento de la suelta de 'Saltavallas' (el astado de 615 kilos que se ha convertido este año en protagonista de esta fiesta de Interés Turístico Regional) el personal apostado en las verjas se iba desperezando, algunos incluso despertando de un reparador sueño por culpa del volumen de la megafonía, porque sí, con tanta espera también ha habido tiempo para echar una cabezada tapaditos con la manta.
Las talanqueras se iban llenando, los agentes de Protección y Guardia Civil haciendo acto de presencia y el personal del Ayuntamiento controlaba la correcta posición del vallado minutos antes de que las sirenas de un vehículo de la Benemérita, que escoltaba al camión que transportaba a 'Saltavallas' se posicionara en la calle San Antolín como es tradición. La coordinación es esencial para el buen desarrollo del festejo, no cabe duda.
Publicidad
A las once en punto, tras el anuncio de la bomba real, salía el de Garcigrande del cajón tranquilo y sin embestir, haciéndose a la calle para bajar acompañado de decenas de corredores que habían calentado las piernas en los momentos previos
Las miradas cambiaron de dirección entonces, pasando de mirar -con expectación y más o menos nervios- de la calle San Antolín a la zona del empedrado. El astado se paró unos segundos al final del empedrado, pero se fue rápidamente hacia la zona del puente. «Ha sido rápido», comentaban entre ellos un grupo de amigos (poque otros años el toro se ha parado y ha subido y bajado por el recorrido varias veces).
Publicidad
Ni dos minutos habían pasado cuando 'Saltavallas' cruzaba el puente y alcanzaba la rotonda para moverse después por el campo de fútbol, el campo de tiro, la zona de la Cruz Roja. «Yo con esto lo veo fenomenal», aseguraba Salvador García, con prismáticos en mano a pocos metros de la estatua de Juana I. Gracias al servicio de megafonía, los asistentes han podido ir conociendo los movimientos del animal, aunque había herramientas extra para ver mejor. «Nosotros lo estamos siguiendo desde el móvil ahora, porque te lo van dando en directo», dicen dos amigos que pasan de los cincuenta.
Casi dos horas después de su salida 'Saltavallas' fue anestesiado
La llegada hacia la vega fue rápida y limpia, si bien el de Garcigrande protagonizó algunos momentos de tensión en el vallado cercano a la rotonda, el ambiente en el vallado de San Antolín y en la zona del empedrado iba recobrando poco a poco la normalidad. Muchos se decidían a cruzar el puente pese a no saber si habían cerrado la talanquera o no y otros ponían rumbo a la plaza Mayor de la localidad «porque parece que esto se va a alargar», coincidían los curiosos que aún permanecían en la cuesta de San Antolín, que ofrece unas vistas privilegiadas del recorrido.
Publicidad
Uno de esos curiosos decía, sin equivocarse, «al final le van a tener que dormir». Y así fue. Casi dos horas después de su salida (y sin que caballistas ni bueyes lograran hermanarlo para conducirlo a los corrales) 'Saltavallas' fue anestesiado poniendo fin a esta centenaria tradición que un año más llenó las calles de la localidad.
Grupos y más grupos de vecinos moviéndose por las calles, fajines y pañuelos rojos y muchas, muchas cayadas como uniforme imprescindible en Tordesillas, donde la cachaba es seña de identidad de una localidad en fiestas. Pocos eran los que se iban a dormir tras una larga jornada de fiesta, porque la mayoría de los asistentes ponía rumbo entonces a las terrazas y a los bares del pueblo.
Publicidad
Buen ambiente en Tordesillas, donde el tiempo acompaña este martes gracias a los 26 grados con los que se templaba la hora del vermut, que se iba animando a base de cañas y raciones acompañadas de la valoración del toro de este año. Diversas opiniones de cómo se ha desarrollado este festejo, había para todos los gustos, eso sí con la satisfacción común de que esta fiesta taurina ha terminado sin incidentes.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión