Valladolid

La lluvia suspende la procesión de San Vicente Mártir en Valdenebro de los Valles

Una vez más, a media mañana, los dulzaineros Los Fogatos, que ya son tradicionales en estas fiestas después de estar presentes desde hace varias décadas, anunciaban que en la localidad era uno de los día más importantes de su especial calendario festivo. Tras la recepción de autoridades, daba comienzo la misa en la iglesia parroquial, que, oficiada por el párroco, Alberto Rodríguez, no pudo ser seguida por la procesión al estar lloviendo. No obstante, la imagen del santo se sacó hasta la puerta de la iglesia al son de una jota y el himno de España todos por los dulzaineros. Más tarde, como es tradición, se besó la reliquia de San Vicente que se conserva en la Parroquia.

La mañana, que estuvo amenizada en todo momento por la música de los dulzaineros, concluyó con un sabroso y generoso aperitivo ofrecido por el restaurante Los Molinos de Medina de Rioseco, con gran protagonismo de las alubias con almejas. La actuación de Rocío Durán animó la tarde con un atractivo recital de canción española. A pesar de caer en mitad de semana, los actos contaron con gran cantidad de vecinos y allegados, lo que demuestra que «la gente tiene ganas de seguir con las tradiciones», según expresó con gran alegría el alcalde, Melchor Vaquero, que estuvo acompañado por distintas autoridades y alcalde de la comarca.

La celebración de la festividad de San Vicente Mártir ha dado comienzo a las fiestas patronales, que se prolongarán hasta el domingo. Este jueves, el programa contempla las actuaciones de mago Toño y Dani y su acordeón, además de la degustación de bollos preñados. El viernes, la Orquesta Voodoo animará la verbena, sin que falte una sabrosa chocolatada. Una yincana, el vermú y juegos para grandes y pequeños serán parte del programa del sábado en un día donde por la noche actuará la orquesta Azabache. El vermú rumbero con Cristina Lázaro con degustación de sopas de ajo y quesos y cortador de jamón podrá fin el domingo a las fiestas.

Hace años en estas fiestas de Valdenebro se corrían las cintas a caballo y los mozos entregaban las cintas a sus novias en señal de compromiso. Además, era tradición que durante estos días las mozas del pueblo manifestaran su alegría al estar ya en el «apunte» de San Vicente, que hacía alusión al libro que lleva bajo el brazo la imagen del santo y que de alguna forma las aseguraba el novio en el mismo año.