Una jornada reivindica el valor patrimonial de las construcciones pastoriles en Quintanilla de Arriba
El encuentro alerta de la necesidad de adoptar medidas para frenar el deterioro de las construcciones
Quintanilla de Arriba acogió ayer una jornada dedicada al estudio y conservación de los chozos y construcciones pastoriles que se encuentran dentro de su término municipal. El encuentro, organizado por el Ayuntamiento, la Junta Agropecuaria del municipio y la asociación local Los Rucheles, se convocó con los objetivos de concienciar de su valor patrimonial, de la necesidad de conservar los que todavía existen y de frenar el deterioro de los que aún siguen en pie y en mal estado. Además, se insistió en la necesidad de investigar y recopilar más información sobre ellos y de ponerlos en valor a través de su conocimiento y difusión.
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La jornada, con el lema 'Patrimonio común a proteger y poner en valor', contó con la participación de expertos ponentes, como la arqueóloga Consuelo Escribano y el director del yacimiento arqueológico de Pintia, Carlos Sanz.
La cita organizó una ruta por los chozos y corralones que «languidecen» en el páramo sur del Duero
El regidor de la localidad, Tomás Madrazo, presentó a los asistentes los elementos patrimoniales de este tipo que sobreviven en el término municipal, chozos y corrales que tienen perfectamente inventariados, catalogados y documentados. Incluso, en las fichas elaboradas, han recogido el testimonio de lo pastores. Desde el propio Consistorio quintanillense existe la firme intención de que las futuras normas urbanísticas contemplen los mismos, o similares, aspectos de protección del que ahora gozan otro tipo de elementos patrimoniales de carácter arqueológico. De esta forma, a través de una figura jurídica, se pretende «legar este tesoro a futuras generaciones para que no caiga en el olvido la forma de vida de sus antepasados».
La desaparición del pastoreo, la agricultura intensiva, el paso del tiempo y la falta de sensibilidad son las principales causas del deterioro de esta arquitectura que languidece en el páramo sur del Duero. Por ello, se pretende protegerla, conservarla y difundir su existencia. Se trata de un patrimonio ancestral que representa la forma de vida de los pueblos de la zona en tiempos pasados. La existencia del conjunto de chozos y corralones para ganado ovino en esa zona y otras colindantes habla de la importancia que tuvo esta ganadería en el territorio y su economía. De hecho, estas construcciones se ubican junto a la Cañada Real y dentro de una amplia red de cañadas, cordeles y caminos de paso de ganado ovino, red provista de otras importantes infraestructuras como fuentes o abrevaderos.
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