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Zona donde estaba la enfermería a la que acudió el hombre, en detalle, Pedro Antona, jefe del equipo médico que le atendió. Rodrigo Jiménez
Cogida mortal en La Seca: «Con una cornada así es imposible salvarse, ni aunque ocurra en la puerta del hospital»

Cogida mortal en La Seca: «Con una cornada así es imposible salvarse, ni aunque ocurra en la puerta del hospital»

«Tenía rota la yugular y la carótida», explica Pedro Antona, el jefe del equipo médico que atendió al hombre corneado en el cuello por una vaca

Sofía Fernández

Valladolid

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Martes, 9 de agosto 2022, 20:08

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«Entró en la enfermería con una cornada en el cuello que le había provocado la rotura de la vena yugular y de la arteria carótida», señala Pedro Antona, jefe del equipo médico que atendió al hombre de 54 años que falleció la noche del lunes, minutos después de ser corneado por una de las vacas en el festejo taurino de La Seca.

Los dos médicos y la enfermera que atendieron al vizcaíno, que había ido a veranear a la localidad, hicieron lo que estuvo en su mano para salvar al hombre, que ha sido víctima de «una cornada excepcional», explica Antona. Añade que «lo normal es que se produzcan en zonas como los muslos, el glúteo o el estómago».

De inmediato, intentaron taponar la herida para cortar la grave hemorragia, «pero una carótida rota sangra constantemente y de forma muy abundante, y en la zona donde se produjo la cornada es imposible hacer ningún torniquete», explica Antona. Le pusieron una vía para meterle suero y ganar algo de tiempo para que no perdiera volumen, pero se mete agua y sale sangre y en dos o tres minutos la persona muere desangrada».

El profesional médico explica, además, que «cuando una persona sufre la rotura de la arteria carótida [de las mismas características a la herida que sufrió el hombre fallecido en la verbena taurina de La Seca] es imposible que nadie se salve ni aunque le pille a la puerta de un hospital, con cada latido el corazón bombea sangre que el paciente va perdiendo, por eso la muerte llega tan rápido», señala el médico, que hace una observación ante el aumento de cornadas en esta temporada taurina.

«Está habiendo muchas este año y no está de más recordar el peligro que tiene un astado; parece que la gente está arriesgando en exceso, ha perdido agilidad después de tanto tiempo sin festejos o no es consciente realmente de las consecuencias mortales que pueden tener».

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