Valladolid
Las canciones de Candeal vuelven a subirse a un escenarioVillafrechós acogió el domingo el concierto del regreso de Toño Ortega con los temas del popular grupo de folclore castellano diez años después
No debió de ser nada fácil para Toño Ortega cuando este domingo se volvió a subir a un escenario para cantar en Villafrechós las ... populares canciones del grupo Candeal después de más de diez años en un tiempo en el que su compañero y amigo del alma, Félix Pérez, enfermó y falleció. Y aunque no fue nada fácil, el momento ya es parte de la memoria de la historia del folclore castellano.
Cuando la tarde empezó a declinar, los cientos de vecinos, allegados e invitados que llenaban la plaza de la Trinidad hicieron el más absoluto silencio al escuchar cantar los conocidos versos «pan os darán vuestro campos, vinos darán vuestras viñas, carnes las vuestras dehesas, tú de las mozas garridas». Era el inicio de Romance de Valladolid, con el que Candeal siempre comenzaba sus conciertos a modo de saludo, en el que se habla de una serie de pueblos de la provincia con sus costumbres, tradiciones, cosas típicas o gastronomía. Un concierto que se prolongó durante dos horas y en el que no faltaron otros temas clásicos de Candeal como Levántate Morenita, Barrios de Valladolid o las siempre graciosas Rabeladas, composiciones cortas, con letras jocosas y música de rabel.
Habían pasado diez años de aquel ictus que enfermó Félix, de su intento de recuperación, durante cinco años y de su posterior fallecimiento en 2020 a los 67 años. Entonces Toño pensó que su trayectoria había sido muy larga y suficiente, con más de 40 años, 21 discos y más de 2.000 conciertos, «ojalá hubiéramos seguido, pero vale, hemos llegado hasta aquí», es lo que pensó Toño, quien señaló que «siempre te surge el gusanillo, pero lo tenía bastante dormido y amaestrado para no volver y conformarme». No obstante, no faltaban una y otra vez familiares y amistades que le animaban a volver. Como remate, hace dos meses, la Junta de Castilla y León hizo al grupo un homenaje institucional en reconocimiento a la defensa de los valores castellanoleoneses, en especial a Félix, y le pidieron a Toño cantar un par de canciones. De nuevo «los ánimos para que volviera y el gusanillo aparecían de nuevo».
Al alcalde de Villafrechós, Miguel Ángel Gómez, se debe el último empujón para que Toño se volviera a subir a un escenario. Un pueblo al que regresa con frecuencia a la casa familiar de su esposa, Chelo. Una vez, tomando un vino en uno de los bares de la localidad, Gómez le comentó que por qué no daba un concierto en Villafrechós, a lo que Toño le dijo que hacía 10 años que no cantaba. Y aunque el alcalde insistió y le dijo que lo pensara, la cosa se quedó ahí. Sin embargo, Toño se fue con el gusanillo y a los dos día llamó a Miguel Ángel Gómez y le dijo: «si sigue en pie la oferta, lo he pensado y es que sí».
El resultado fue «algo muy bonito y muy entrañable, porque era el reestreno, la vuelta, con la presencia de muchos amigos cercanos». Aún así, Toño reconoció que «al principio tenía cierta preocupación, porque no sabía si todo iba a ser igual, porque antaño eran dos voces, porque los chascarrillos los compartíamos a medias y muy espontáneamente». Además hizo ver que «tampoco sabía cómo iba a resultar yo solo sin el compañero con el que hacer las gracias y con el que hacer las segundas voces». Pero al final «me gustó, no es lo mismo, es parecido, porque no puede ser de otra manera, pero creo que estuvo muy bien, sobre todo por la respuesta de la gente y todo los comentarios que me han llegado». Ahora, Toño Ortega, con más de 70 años, tiene claro la continuidad de este primer concierto «hasta donde el cuerpo aguante y la gente me quiera escuchar».
Como no podía ser de otra manera no faltaron en el concierto los temas dedicados a Félix, ya que «estuvo muy presente, fueron más de 40 años, más que amigos, éramos hermanos», expresó Toño, quien explicó que «las menciones venían porque eran recuerdos y cuando iba a presentar alguna canción contaba alguna anécdota». No es de que cada vez que suene una canción de Candeal en el escenario, junto a Toño, siempre estará en la memoria su querido amigo, «porque estoy seguro de que Félix le hubiera encantado de que hubiera continuado desde que el falto», añadiendo que «ahora, seguramente, donde esté se habrá alegrado, cómo no, de seguir contando y enseñando todo los que aprendimos juntos dando tantas patadas por los pueblos». No es de extrañar que a la viuda y a la hija de Félix, presentes en el concierto, se le saltarán las lágrimas varias veces.
Respecto al actual nombre, Toño confiesa que «tenía que hacer referencia a Candeal, pero también había que tener en cuenta que Candeal ya no era el dúo, y también quería que se supiera que no iba solo con la guitarra, que me acompañaban dos músicas, por lo que al final lo más fácil que se me ocurrió fue Toño Candeal Trío». Una nueva aventura en la que le acompañan los músicos habituales en Candeal Nicolás Falagán, al acordeón, y Alfonso Gato, con el laúd, la guitarra y alguna percusión.
El alcalde reconoció que «el concierto estuvo muy bien», que habría estado otra hora. Además mostró el orgullo porque Villafrechós haya acogido el regreso de la música de Candeal. También ensalzó a Toño Ortega como «una buena persona y un gran artista, siempre tan cercano con todo el mundo en sus visitas al pueblo». El regidor aseguró que «el año que viene, si quiere, va a volver».
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