Berrueces recupera el servicio de bar con acento rumano
Irina Ionela David, de 36 años y residente en Valdunquillo, ha sido la emprendedora que quiere que el bar sea un lugar de encuentro
Berrueces está de enhorabuena. Después de largos meses, la terracampina localidad recuperó el pasado mes de mayo el servicio del bar municipal, el único en el pueblo, que se cerró en noviembre del año pasado por jubilación del vecino que lo había regentado durante los tres últimos años. La rumana de Bucarest Irina Ionela David, de 36 años y residente en Valdunquillo, ha sido la emprendedora que va a gestionar el bar porque quiere «dar un servicio a Berrueces que no tenía», como sucede en muchos pueblos que poco a poco se han ido despoblando. En este sentido señaló que «los Ayuntamientos se tienen que poner las pilas, porque hablan mucho de despoblación, pero ¿qué ofrecen?», a lo que añadió que «de lo que se trata es de mejorar la calidad de vida de los vecinos».
Con la idea de abrir, por ahora, las tardes del fin de semana desde el viernes, Irina quiere «que los vecinos salgan de casa, que el bar sea un lugar de encuentro, que venga la juventud, porque, sin bar, la gente se aburre». Para ello quiere dar un servicio diferente en el que no van a faltar sabrosas tapas para acompañar las consumiciones. Además tiene muchas ideas de cara al verano, como hacer alguna degustación de los pinchos rumanos o preparar alguna fiesta. Por ahora lo que quiere es que «la gente me conozca».
Los vecinos estaban deseando que se abriese el bar, según expresó el teniente de alcalde Gabino González Ballesteros, quien destacó que este servicio «es una necesidad para que la gente esté entretenida, para que salga de casa, además de ser un motivo para que vuelvan los que viven fuera».
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