Los bebés olmedanos reciben la protección de la Virgen de la Soterraña

El mes de mayo, rico en tradiciones relacionadas con la devoción a la Virgen María, la cripta y el camarín de la iglesia de Miguel donde se venera a la excelsa patrona de la Villa y Tierra de Olmedo se ha convertido en un hervidero de jóvenes familias dispuestas a cumplir con un viejo ritual cristiano, felizmente recuperado de unos años a esta parte y directamente relacionado con la purificación, a la que de manera simbólica se sometían las madres tras haber dado a luz, como es la de presentar y poner bajo el manto de la imagen a los nacidos, en este caso a lo largo del último año, para recibir de esta protección.

Fue, una vez concluida la acostumbrada eucaristía que durante este mes de mayo tiene lugar todos los días por la tarde, popularmente conocida como misa de las flores en honor a María. Siguiendo las instrucciones de las tres Camareras de la Virgen, progenitores y bebés fueron subiendo de forma ordenada hasta el camarín que da cobijo la imagen, situado en la parte posterior de la cripta, donde tras acercarlos a la parte trasera de la hornacina en la que se aloja los pequeños eran arropados con el manto y el momento era inmortalizado con una fotografía.

El paso bajo el manto de la Virgen es una tradición religiosa que se mantiene todavía en muchos pueblos y ciudades de España, principalmente en la Semana Santa y en otras festividades religiosas dedicadas a la madre de Dios. Consiste en pasar por debajo de la tela o manto de una imagen de la Virgen con el fin de expresar devoción y pedir protección.

Además de un acto para presentar a los pequeños, que sin haber una regla fija se suele realizar hasta que estos cumplen 10 años o reciben la primera comunión, también se realiza en otros contextos religiosos, como acto de despedida o simplemente como una muestra de fe y veneración hacia la Virgen.

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