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El primer invierno de Áxel en una VPO sin calefacción: «Lleva cuatro catarros en tres meses de vida»Cuando Laura Fernández y José María de la Fuente se mudaron en julio de 2022 a uno de los pisos de alquiler de protección oficial del Ayuntamiento, en un bloque de obra nueva que presentaba deficiencias en el sistema de calefacción, no imaginaban que el ... problema persistiría cuando tres años después, en octubre de 2024, trajeran al mundo a su primer hijo, el pequeño Áxel. «Lleva cuatro catarros en tres meses de vida», lamentan los progenitores, impotentes ante un problema que afecta, al menos a la mitad de un inmueble de 26 viviendas situado en el número uno de la calle Eneldo, en Puente Jardín.
«En total somos once ahora mismo los pisos sin calefacción y hay otros muchos que se han ido por este mismo motivo», señalan los afectados, que tienen constancia de que en su escalera hay unas cuatro viviendas vacías por este mismo motivo: «Al final la gente se cansa y se acaba yendo».
Para el matrimonio este es ya el tercer invierno con temperaturas que no superan los 16 grados en la vivienda, tal y como revela el termostato situado en la cocina de su tercer piso, que «por las mañanas marca tan solo 12 grados». Pero la preocupación por la salud del recién nacido hace que esté siendo «especialmente duro» para estos padres primerizos: «Está siempre con mucha tos y moco y nos preocupa que pueda acabar con una neumonía». Para paliar el frío se han visto obligados a comprar una bolsa de semillas y dos calefactores, una solución insuficiente para mantener caldeadas las distintas estancias de su piso de 70 metros cuadrados: «Vas a todos los sitios con el radiador y el niño muy abrigado, pero lo tienes que cambiar, lo bañas y acabas moviéndote con él por la casa».
Laura Fernández
Inquilina del 3ºA
Las noches, cuando la temperatura desciende «hasta los 14 o 15 grados», son el momento más crítico, ante el imposibilidad de mantener encendidos los aparatos eléctricos por temor a la posibilidad de un cortocircuito. «No lo puedes dejar puesto porque es peligroso, así que cuando llevamos cuatro horas dormidos ya se ha ido todo el calor de la habitación y el niño se pone a llorar porque tiene frío», sostiene el matrimonio, que ha tenido que recurrir a meter a su bebé con ellos en la cama.
La situación, denunciada desde hace al menos cuatro años, es perfectamente conocida por los gestores del parque de vivienda pública municipal, dado que cuando entraron a las viviendas fueron informados de que debido al mal funcionamiento de la calefacción no se les cobraria dicho suministro. Esta decisión se mantuvo hasta que VIVA les informó por carta en septiembre de 2023 de que comenzarían a abonar a partir de noviembre de dicho año 30 euros mensuales por un consumo estimado que se regularizaría al final de cada año.
Pese a ello han llegado a recibir facturas «de hasta 600 euros» por el agua caliente de todo el año, denuncia otra de las afectadas, Nuria Rodríguez, que ocupa una vivienda del primero. «Les he dicho que debo de tener una piscina olímpica en casa», apunta la joven, que detalla que desconoce si finalmente se lo van a cobrar tras las múltiples reclamaciones. Desde VIVA apuntan que esto se debió a un error de la lectura registrada por los contadores, que están subsanando, y que no se procederá a su cobro hasta que no dispongan de los datos del consumo real.
José de la Fuente
Inquilino del 3ºA
Según explican estos inquilinos, el contador registra el consumo si el termostato y la caldera están encendidos, aunque los radiadores no estén calentando. «Nos han llegado a decir que los radiadores ya no calientan como los de antes», incide José María, harto de una situación que no se soluciona, pese a que se han sucecido las visitas por parte de los técnicos de la empresa de mantenimiento contratada para las viviendas.
A los problemas con el inmueble se suma la falta de explicaciones por parte parte de VIVA, que resuelve las quejas de los afectados con la misma respuesta que han escuchado una y otra vez a lo largo de los últimos tres años: «Cuando conseguimos que nos cojan el teléfono nos dicen que están haciendo las gestiones oportunas, pero ni nos dicen cuáles son ni nos solucionan nada», explica Laura, mientras enseña en su teléfono móvil el 'email' automático que más se repite en su bandeja de entrada: 'Hemos trasladado la queja y recibirán respuesta en caso de que corresponda cuando sea posible'.
La primera respuesta en meses ha llegado telefónicamente esta semana tras meses dando cuenta de su nueva situación familiar, toda vez que este periódico se ha puesto en contacto con los responsables del área de Urbanismo del Consistorio para recabar la versión de la agencia municipal que gestiona este parque público: «Es la primera vez que me devuelven una llamada, me han preguntado qué tal está Áxel de salud y me han dicho que cambiarán las bombas de la calefacción en cuanto puedan».
«No estamos dando el servicio que nos gustaría», lamenta la gerente de VIVA, Loreto de la Fuente, que asegura que «detectar el problema y dar una solución definitiva» está siendo «una odisea». El primer escollo han sido las culpas cruzadas entre la contratista de la obra y la subcontrata instaladora, a las que llevan tiempo reclamando por este y otros desperfectos relacionados con deficiencias en la construcción.
«Aún así si desde el primer momento se hubiera dado con el diagnostico, lo hubieramos solucionado el primer día», sostiene la responsable de la sociedad, que en noviembre de 2023 puso el problema en manos de la empresa mantenedora de las calefacciones, que ha hecho «numerosas actuaciones» en las viviendas y cambios en las instalaciones hasta dar con un diagnóstico que, esperan, sea el definitivo.
Loreto de la Fuente
Gerente de VIVA
«La conclusión es que la bomba de impulsión de esa escalera es insuficiente, por lo que la demanda de calor supera la potencia y no calefactan todos los radiadores», detalla la gerente , que, espera que este viernes el problema quede solventado: «Está previsto que el viernes se sustituya y se chequen las viviendas a ver si ya funciona correctamente».
El problema de la calefacción es quizás el más grave y persistente, pero no el único que han presentado los inmuebles, tal y como relataba Rubén Cimas, uno de los primeros inquilinos del bloque, el pasado mes de junio. Cuando en 2021 le entregaron las llaves se encontró con una casa con las ventanas sin sellar que adolecía también de humedades y grietas, alcanzando la casa temperaturas de once grados.
Estas deficiencias se solucionaron parcialmente en diciembre, tras conseguir en marzo, después de años reclamando, una primera reunión con responsables de VIVA, gracias también al empuje del Sindicato de Vivienda y al cabreo de los afectados, que llegaron a poner pancartas en las ventanas a modo de denuncia que les fueron arrancadas. No obstante, al menos en la vivienda de Rodríguez, la inquilina del 1ºA, los problemas de aislamiento persisten, lo que sumado a la ausencia de calefacción, ha doblado el importe de su factura eléctrica.
Los afectados no comprenden la demora para solventar el problema, conocedores del diagnóstico desde finales del pasado año, y apuntan a que podría deberse a discrepancias económicas: «Según algunos técnicos se ha trasladado el problema a VIVA, pero el presupuesto no les convence y no quieren pagar tanto dinero». Un extremo que niegan desde la gestora municipal y que achacan a un protocolo de «control del gasto» que implica una autorización previa al tratarse de una reparación de elevado importe. Si no se producen más dilaciones, se acometerá este viernes, cuando se espera poner fin al primer invierno de Áxel sin calefacción.
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