Un vallisoletano veterano y con la BMW custom que le llevaba a la playa, ahora en Pingüinos
Y desde Cornellá, tras mirar el 'whatsapp', para ver a amigos de Galicia, Almería...
Amador Primo Delgado tiene 76 años, «es verdad, si quieres te enseño el carné de identidad», aunque no lo parece enfundado en el mono de ... piloto con el que ha participado en Pingüinos. «Los años están aquí», se señala el corazón, «bien trabajados». Es un habitual, aunque cuando estaba trabajando, en el extranjero, no podía venir. «Desde que estoy jubilado, desde los 67, todos los años vengo», cuenta este vallisoletano.
«Vivo cerca, no soy un motero de pro que están por la noche con el frío... A mi edad no se debe. Quizá podría, pero no se debe». Trae una moto peculiar, una BMW R1200 C, estilo custom, «de las pocas que fabricaron y que compré en Barcelona y sin saber qué compraba, pero muy original y fenomenal». Había tenido moto de joven, pero después de muchos años buscaba algo para moverse por Barcelona, «para ir a alguna playa y volver sin caravanas». Con más calor, seguro, que aquí.
Otra habitual es Isabel Alegre, que llegó de Cornellá, en Barcelona, y eso le valió para llevarse uno de los premios a la pilota más lejana. «Se me ha dado fenomenal, el año que viene repetimos», aseguraba encantada de la vida. Ha venido con su pareja y con un matrimonio amigo, aunque no están solos. «Aquí nos juntamos un montón, viene gente de Galicia, de Almería...», dice, lo que significa que no son de los que vienen por primera vez, precisamente. «Tenemos un grupo de 'whatsapp' y ya quedamos para venir», dice. No trae, además, una moto pequeña, precisamente, sino una Victory 1730 «muy guapa y muy cómoda». Lo mejor para un viaje de regreso de «siete u ocho horitas, con alguna parada».
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