31 hombres se informan en el Registro Civil para cambiar de sexo

El Registro Civil de Valladolid ha recibido la visita de un total de 31 personas para interesarse por los trámites necesarios para poder autodeterminar su sexo. Una semana después de que la nueva legislación entrara en vigor, el pasado día 2 de marzo, las oficinas del Registro Civil vallisoletano han visto ya 'desfilar' por ellas a esta treintena de personas para recibir información sobre qué tipo de documentación es necesaria para obtener, registralmente, una modificación de sexo sin someterse a condiciones médicas.

De ellas, siete ya han presentado escrito de solicitud y la documentación necesaria, de forma que en este caso, según informaron a Europa Press en fuentes del registro, tan sólo se está ahora a la espera de fijar la fecha para la comparecencia correspondiente en la que se efectuará oficialmente el trámite que impone la ley 4/2023, de 28 de febrero.

Según la ley, todo aquel con «nacionalidad española mayor de 16 años» podrá solicitar «por sí misma» ante el registro el cambio de sexo. Los que tengan entre 14 y 16 lo podrán hacer también «por sí mismas», pero «asistidas por sus representantes legales». Si existe «desacuerdo» entre padres y menores, se procede a nombrar un «defensor judicial». Entre los 12 y los 14 años también podrán solicitar esta rectificación si antes tienen una «autorización judicial para la modificación de la mención registral del sexo».

La publicación en el BOE especifica que el procedimiento se puede hacer en «cualquier oficina de Registro Civil», ante «la persona encargada», que «en ningún caso» le puede pedir un «informe médico o psicológico relativo a la disconformidad con el sexo mencionado en la inscripción de nacimiento, ni a la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quirúrgicos o de otra índole».

La persona que solicita el trámite será citada para comparecer con sus representantes legales, si es el caso. En ese segundo acto se elige un nuevo nombre propio, aunque puede mantener el que «ostente», y se «recogerá su manifestación de disconformidad con el sexo mencionado en su inscripción de nacimiento y su solicitud de que, en consecuencia, se proceda a la correspondiente rectificación». No se especifica si esa comparecencia se hace en el mismo momento o se da una cita otro día.

Cambiarse el sexo y el nombre tiene «consecuencias jurídicas», de las que será informada la persona que ejerce ese derecho, que incluye una protección especial contra la discriminación y a favor de la igualdad de trato. También se le informará de asociaciones y organizaciones de protección a sus derechos. Especifica la ley que para priva el «interés superior de la persona menor». Luego, queda reiterar por escrito la petición.

Tres meses después se debe comparecer en el mismo Registro Civil, para aseverar la «persistencia de su decisión». La resolución debe emitirse en el plazo de un mes máximo, contado a partir de última ratificación. Hasta seis meses después se puede recuperar el sexo y nombre anterior ante el Registro sin más trámites.

Entre los efectos del cambio de nombre y sexo en el registro está que «la persona que rectifique la mención del sexo pasando del masculino al femenino podrá ser beneficiaria de medidas de acción positiva adoptadas específicamente en favor de las mujeres». Si es al revés, del sexo femenino al masculino, la persona «conservará los derechos patrimoniales consolidados que se hayan derivado de estas medidas de acción positiva, sin que haya lugar a su reintegro o devolución». Sin embargo, el cambio «no alterará el régimen jurídico que con anterioridad al cambio registral fuera aplicable a la persona» en cuanto a violencia de género.

Las mismas fuentes explican que la totalidad de las 31 personas que ha pasado hasta el momento por el Registro Civil de Valladolid son varones que desean que se recoja su condición de mujer y que la franja de edad es muy amplia y variada, algunos de ellos sexagenarios.

El proyecto de la Ley Trans se aprobó el pasado 22 de diciembre con 188 votos a favor de los socios de Gobierno, 150 en contra de PP y Vox, y siete abstenciones; entre ellas, la de Carmen Calvo, la figura socialista más visible en cuanto a la oposición a esta norma, que ahora mantiene la resistencia dentro del partido. «Estoy de acuerdo con que exista una ley, pero no esta ley», zanjó a su salida del Congreso. El nudo gordiano -y la principal causa de disenso- se ha centrado en la libre autodeterminación de género, es decir, que una persona pueda cambiar su sexo en el DNI solo con su voluntad.

La cuestión, sobre todo en lo que atañe a los menores de 14 y 15 años, ha sido motivo no solo de batallas políticas entre PSOE y Unidas Podemos, y entre el bloque de la derecha contra el de la izquierda, sino también dentro del movimiento feminista, que ha sufrido la mayor fractura de su historia por las posiciones encontradas ante esta norma, concretadas en dos de las fechas más señaladas cada año: el 8 de marzo (Día de la Mujer) y el 25 de noviembre (Día Internacional contra la Violencia Machista), en la que ambas corrientes desfilaron de manera separada por las principales ciudades del país, evidenciando una división sin precedentes en el movimiento.

Temas

• Valladolid (Ciudad)