José Valdivieso. El Norte
Valladolid

Patrullas y vecinos peinan Piñel de Abajo en busca de un hombre de 82 años con alzhéimer

José suele desorientarse, salió de tomar el café y bien entrada la noche de este martes aún no había sido localizado

El Norte

Valladolid

Martes, 10 de diciembre 2019, 22:42

Varias patrullas de la Guardia Civil, una ambulancia de apoyo y decenas de vecinos de Piñel de Abajo, un localidad de apenas dos centenares de habitantes situada a diez kilómetros de Peñafiel, están volcados desde la tarde de este martes en la búsqueda de José Valdivieso, un vecino de 82 años que sufre alzhéimer y al que se perdió la vista a primera hora de la tarde después de que saliera de tomar café de uno de los dos bares de la localidad.

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El tiempo juega en contra de un operativo desplegado ya por la tarde, apenas unos minutos después de que sus familiares (vive con un matrimonio y sus sobrinos) echaran en falta a José, si bien con la caída de la noche y con una fuerte helada en ciernes las labores de búsqueda han ido sumando agentes y vecinos tanto a pie como en coche para peinar literalmente tanto el término municipal como los pueblos aledaños (Piñel de Arriba al norte, Pesquera de Duero al sur y Roturas al este).

«Estamos volcados en su búsqueda», ha explicado pasadas las diez de la noche Fernando Sanz, alcalde de la localidad, antes de recordar cómo a José, que puede desorientarse debido a la enfermedad que padece, le perdieron la vista a la salida del bar unas horas antes, donde acudió como había habitualmente para tomar café. «Suele dar paseos por el pueblo y sus sobrinos y familiares están muy pendiente de él para acompañarle o llevarle a casa», explicó el regidor antes de lamentar que en la tarde de ayer salió en un momento dado del bar sin que nadie se percatara y sin que nadie se encontrara con él cogiera el camino que cogiera.

El caso es que la denuncia de su desaparición, dada la edad y la enfermedad que padece José, enseguida movilizó a los agentes de la Guardia Civil, en un pueblo que cuenta con cuartel, y a ellos se sumaron enseguida los vecinos. «No sabemos nada y continuamos buscando...», lamenta el alcalde. El mercurio bajaba para entonces de los cero grados.

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