Participación y cesión de poder, nuevos retos de las asociaciones vecinales de Valladolid
Los asistentes debatieron sobre la importancia de crear espacios públicos como lugar de convivencia en los barrios y la mayor representación de la mujer en los eventos
MIRIAM CONDE
Valladolid
Sábado, 9 de noviembre 2019, 14:19
Decenas de representantes de las asociaciones vecinales de la ciudad se han reunido la mañana de este sábado para debatir sobre los retos que deben afrontar desde las diferentes agrupaciones y definir así nuevas líneas de actuación tras los cambios sufridos los últimos años.
La presidenta de la Federación Vecinal de Valladolid, Margarita García; el sociólogo Álvaro Martínez García-Salmones; un representante de la asociación vecinal Bailarín Vicente Escudero, Rafael Guerra y el vicepresidente de la Federación Vecinal de Valladolid, Isaac Cortijo presentaron el séptimo Foro del Movimiento Vecinal. Como representación del equipo de gobierno de Valladolid, acudieron el concejal de Participación Ciudadana y Deportes, Alberto Bustos y el concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez.
El sociólogo Álvaro Martínez profundizó en la idea de existencia de dos tipos de barrios en la ciudad: los obreros y los suburbanos. «Durante las décadas de los 80 y 90 y los años 2000, muchas familias jóvenes abandonaron los barrios obreros hacia otros lugares de residencia como, por ejemplo, Parque Alameda y estos quedaron muy envejecidos», explica Martínez. Sin embargo, a principios de siglo comenzó «la oleada» de inmigración a los barrios «más pobres» ubicados «en zona obrera», intensificando de esta manera «la multipluralidad cultural y social» y oponiéndose «al ya antiguo discurso de homogeneidad».
«Durante las décadas de los 80 y 90 y los años 2000, muchas familias jóvenes abandonaron los barrios obreros hacia otros lugares de residencia como, por ejemplo, Parque Alameda y estos quedaron muy envejecidos»
ÁLVARO MARTÍNEZ GARCÍA-SALMONES, sociólogo
«En el diagnóstico de convivencia que llevé a cabo en la zona de Caamaño y Las Viudas me sorprendió el nostálgico discurso de los vecinos denominados 'de antes' que hablaban de solidaridad, vínculos fuertes y reciprocidad muy vinculada a la homogeneidad que ahora se ha olvidado». El cambio global de los valores está muy ligado a la «mayor preocupación» por la seguridad en los barrios, algo con «gran valor» y que los ciudadanos «premian», expone el sociólogo.
Las mujeres fueron las grandes protagonistas del discurso. «Con su integración al mundo laboral, es bueno que desde las asociaciones de vecinos se planteen horarios de reunión con los que puedan conciliar la vida laboral y personal», sostiene Martínez. La integración otros grupos como los inmigrantes o los jóvenes -que se ven «excluidos» de la toma de decisiones en sus propios barrios- es «otro de los retos al que deben hacer frente las asociaciones vecinales para fomentar la participación».
«Con la integración de la mujer al mundo laboral, es bueno que desde las asociaciones de vecinos se planteen horarios de reunión con los que puedan conciliar la vida laboral y personal»
Asimismo, los vecinos coincidieron en la necesidad de ceder el poder en los asuntos que atañan al barrio. «Hay que ser conscientes de que, para que unos tengan el poder, otros deben cederlo para que los vecinos se sientan representados», argumenta el sociólogo.
Durante el debate, el presidente de la asociación vecinal San Pedro Regalado y Viveros, Jesús Blanco explicó que la participación «que vale» es la del barrio en su conjunto y que «los valores y representación que aportan las mujeres son cada vez mayores». El concejal de participación ciudadana, Alberto Bustos, aclaró con su intervención que es «un error» apelar a la «participación idílica» de 'lo de antes', ya que «antes había cosas buenas y ahora también». Añadió además que existe «una amenaza» de los cambios de hábito y ocio en la población gracias a «los numerosos estímulos» y es por eso por lo que desde las asociaciones «hay que tratar este hecho como un espacio de oportunidad y no de amenaza» ya que la gente joven «sí participa, sí hace cosas y sí se moviliza por las causas sociales».